El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, dejó a los periodistas una fotografía suya de tamaño real, tras un micrófono, para que la imagen contestara a las preguntas comprometidas durante un encuentro en Bangkok.
“Cualquiera que desee sacar fotos y hacer preguntas sobre política o conflictos, que le pregunte a él”, dijo Prayut a los presentes antes de despedirse con un saludo y alejarse hacia su oficina.
El hecho curioso, que recogen hoy los medios locales, sucedió el lunes en la Casa del Gobierno y consiguió que los periodistas se quedaran sin palabras durante unos instantes.
No es la primera vez que Prayut bromea con la prensa desde que usurpó el gobierno de la nación mediante un golpe de Estado incruento el 22 de mayo de 2014.
En una ocasión amenazó con ejecutar a cualquier periodista que criticase su Gobierno, en un comentario de humor negro.
Prayut, jefe del Ejército tailandés entre 2010 y 2014, anunció esta Navidad que, por mucho que le pesase, había dejado de ser un militar para convertirse en un político.
Los analistas interpretaron el anuncio como la confirmación de que quiere seguir en el cargo y que Prayut se presentará a las elecciones que ha prometido celebrar en noviembre de 2018 para restablecer la democracia en el país, aunque mermada en comparación con la que disfrutaban los tailandeses antes del golpe.
Tailandia ha vivido 20 golpes de Estado o intentonas desde que se abolió la monarquía absoluta en 1932, las dos últimas en 2006 y 2014.
Con información de EFE