Por Víctor M. Quintana S.
In memoriam
Jaime Pérez Mendoza,
periodista comprometido
con la honestidad y la verdad.
En materia de medios de comunicación no es cierto que fuera de Chihuahua y Juárez “todo es Cuautitlán”. Hay varios ejemplos de buen periodismo en las ciudades medias del estado. Gracias a ellos se va conformando una opinión pública regional crítica y bien informada.
Uno de esos ejemplos es César Camacho, joven comunicador con una trayectoria de más de 10 años en Delicias y su región. En 2003 inició transmisiones en la primera televisora de esta ciudad, con un programa de noticias, entrevistas, reportajes y análisis. Desde el principio, “Línea de fuego” conducido por César mostró gran apertura y pluralidad, invitando a personajes de muy diversas corrientes políticas e ideológicas. Se caracterizó por su gran interés en los problemas que aquejan a la región y por una postura crítica sólida, independiente de dogmas, militancias y poderes. Esto le hizo ganar una amplia teleaudiencia, a pesar de que su programa se transmitía en los tiempos más competidos.
César empezó a promover toda una serie de actividades y eventos de apoyo comunitario: la semana de la familia, jornadas de arte y cultura, el premio a la Mujer Distinguida, la videoteca municipal de Delicias, etc., lo que lo hizo ser apreciado no sólo como periodista, sino como servidor de su comunidad.
La calidad de la labor comunicativa de César logró que pudiera entrevistar en su espacio a importantes personalidades de muy diversa extracción política e ideológica, tanto a nivel nacional como estatal.
Todo iba muy bien en todos los sentidos: periodístico, comercial, político. Sin embargo, durante la campaña presidencial del 2012 César realizó una entrevista al candidato Andrés Manuel López Obrador que de inmediato superó todos los niveles de rating de la Televisora Delicias y los teléfonos de la difusora y el propio celular de César se inundaron de llamadas del público. La empresa Cablemás cortó la señal media hora antes del tiempo convenido. La entrevista posteriormente se retransmitió en diversos horarios y ocasiones a petición del público.
El 5 de abril de 2013, César volvió a invitar al tabasqueño a su programa. López Obrador fue muy crítico del gobierno de César Duarte y exhibió por primera vez el desmesurado endeudamiento del estado de Chihuahua. Al día siguiente, Cablemás le rescindió el contrato “por así convenir a los intereses de la empresa”. El hecho fue ignorado por los medios del estado, y sobre todo de Delicias, pero la revista Proceso lo abordó en su edición del 11 de abril pasado.
César no se amedrentó, buscó contratar espacios en diversos medios de radio y televisión y fundó una agencia de publicidad y de asesoría en comunicación. Hace apenas unas semanas logró un contrato para realizar un programa de radio en una difusora de FM de Delicias, mediante la compra de tiempo los días sábado, domingo y lunes.
El primer programa se transmitió el pasado 2 de febrero. En la mesa de debate participaron Carlos Gallegos del PRI, Jesús Manuel Leyva del PT, Manuel Carreón del PAN y Ernesto Casillas de Morena. El gusto duró muy poco: al día siguiente, la empresa radiofónica fue condicionada por el Gobierno Municipal de Delicias, de extracción panista. Lo que se hizo saber a César es que el Ayuntamiento dejaría de contratar los servicios de la difusora si no sacaban del aire su programa “por criticar en su cuenta de Facebook el desempeño del alcalde Jaime Beltrán del Río”. Dos días después, César abordó al alcalde para hablar al respecto, la respuesta de Beltrán del Río fue tajante: “A la chingada, no tengo nada que hablar contigo, güey”.
La organización “Freedom House”, prestigiado observatorio internacional de la libertad de expresión, hace tiempo tiene los ojos puestos en Chihuahua y ha realizado varias visitas a nuestra entidad. Le preocupan las amenazas y los ataques de que han sido objeto las y los periodistas chihuahuenses. Como lo ilustra el caso de este comunicador deliciense, los poderes del gobierno, estatal o municipal, priísta o panista, arremeten también contra quienes los critican y les piden cuentas y no paran mientes para privar a una persona de su derecho a ganarse la vida honestamente.