No es que nos parezca menos gracioso, es que no necesitamos expresarlo con muecas y gestos. Escribir “jajaja” es tan válido como reírse.
Estás en tu habitación, tranquilamente pasando la tarde, y alguien te dice algo muy gracioso por WhatsApp. ‘Jajajaja’, escribes en el teclado. Pero tu mueca no ha cambiado para nada. ¿Te ha parecido gracioso si realmente no te has reído?
La risa es un comportamiento universal. Todas las culturas ríen. Allí donde vamos reconocemos lo que pasa por la cabeza del otro cuando se ríe y sabemos lo que significa. La risa es innata.
Pero el comportamiento humano cambia mucho cuando estamos acompañados a cuando estamos solos. “Cuando vemos películas solos tendemos a expresar menos nuestros sentimientos” con gestos menos pronunciados, “porque no necesitamos contar a los que nos rodean lo que estamos pensando”. Explica la psicóloga Silvia Fernández a Hipertextual. “Lo mismo pasa cuando estamos en el ordenador o el móvil”.
Lo mismo ocurre con las reacciones mientras leemos o vemos en Internet. Tiene que ser muy gracioso, o muy asombroso, para que nos haga reaccionar de forma física. Pero “el umbral está mucho más alto cuando nos acompaña gente”. Explica por qué nos reímos mucho cuando vemos un vídeo con compañeros de trabajo o de clase, amigos o familiares. Mientras que si hubiéramos visto el mismo vídeo nosotros solos habríamos tenido “una reacción mucho más moderada”.
Midiendo nuestros “Ja”
Esta interacción natural e instantánea online nos ha llevado a necesitar de nuevas demostraciones de intensidad. Una risa alta o continuada no puede ser expresada bien en texto escrito, y menos si queremos dar un sentimiento de constancia.
Así que empezamos a contar los “ja” que encadenamos o el número de “D” puestas tras un “xD”, que sirven como medida de intensidad alternativa ante la ausencia del cara a cara. Luego podemos completar la falta de contexto con frases extra: “Estoy llorando de la risa, en serio” o “casi me caigo” o “muy bueno” para recalcar que realmente nos hizo gracia, y no estamos meramente escribiendo letras en un teclado.
También influye qué queremos demostrar con la risa. Podemos aplicar entonación pícara con “jiji” en vez de “jaja”, o más socarrona con un “jojo”.
”LOL”
Laughing out loud, riéndome en alto, ya en los albores de Internet quedó en “LOL”, para luego empezar a ser aceptado como palabra propia. ¿Por qué la gente dice “¡Lol!” en alto cuando algo le parece gracioso? La capacidad de adaptación y deformación del lenguaje tiene pocos límites.
“LOL es un sonido sencillo, rápido y fuerte”. Idóneo para expresar risa.
“Lo que escribimos acaba influyendo en como pensamos y cómo hablamos”, indica Fernández. “Así que no es extraño, aunque choque, es un proceso natural y explicado”. “LOL es un sonido sencillo, rápido y fuerte que encaja con la explosión inevitable de algo que es inesperadamente gracioso o sorprendente”.
El sonido de la risa es cuasi universal, pero no. Dependiendo de nuestro idioma materno nos reiremos con distinto acento. Tanta es la diferencia que incluso se escribe de forma radicalmente distinta. Brasileños y portugueses escriben “huehue” frente al “jaja” de los hispanoparalantes, llegando incluso al tono burlesco con el que los angloparlantes y su “hahaha” se mofan del sonido “honhonhon” de los francófonos.
Quizá el más curioso sea el “5555” del tailandés. El número cinco se lee “ha” en siamés, el idioma más practicado en Tailandia, así que es normal leer “555555” en chats internacionales. Indica que hay un tailandés pasándoselo bien al otro lado de la pantalla, algo que internacionalmente ha pillado recorrido y convirtiéndose en un meme en si mismo, con gente escribiendo “6666” para algo que les hace mucha gracia.