La fama que de un día para otro tocó a Luis Roberto Ramírez Álvarez, por su coeficiente intelectual de entre 152 y 160, asustó a sus padres; el acoso de los medios les sacó lo sobreprotector y lo aislaron bajo dos argumentos: uno, que no se vaya a traumar, y el otro, que no se distraiga de sus estudios.
El número de teléfono celular de su padre sencillamente está en buzón, en el que ya no caben los mensajes. La dirección de su casa es un secreto. La historia de la familia se conocerá cuando el coordinador de Comunicación Social de Gobierno del Estado, Julio Hernández, lo decida.
Luis Roberto no asiste a la escuela, aprende en el Sistema de Educación Abierta (SEA) del Colegio de Bachilleres por lo que no tiene compañeros o profesores. Algunos asesores y empleados administrativos no se quisieron identificar para evitar que pudieran dar algún dato que trastoque más su vida.
Sin embargo, poco a poco, se va dibujando su perfil, como a todo menor le gusta estar en movimiento, jugando; le gustan los dulces y bebe mucha agua. Aunque es disciplinado y respetuoso, es exigente cuando de conocimientos se trata, quiere estudiar Física Cuántica.
Hace apenas mes y medio ingresó al SEA y ya acreditó 25 de las 44 materias del plan de estudios y pretende acreditar las que le faltan durante el próximo mes, porque su objetivo es ingresar a la universidad en el próximo ciclo escolar.
“Tiene habilidades y demuestra actitudes y conocimientos que no son normales; es interactivo, hace críticas y muchas preguntas”, indicó la directora del SEA, Eva María Pimentel Reyes, quien tuvo mucho cuidado en evitar calificativos sobre el intelecto del adolescente ya que, dijo, carecen de los elementos para determinar el coeficiente intelectual del estudiante.
Insinuó que algunos datos que se han manejado en los medios no son verídicos pero no quiso precisar cuáles aunque, a pregunta expresa, sobre el coeficiente intelectual del adolescente dijo que eso sí es cierto.
La funcionaria fue invitada la mañana del pasado miércoles a una reunión entre los padres de Luis Roberto y personal del Gobierno del Estado para definir cómo se va a manejar la información sobre el intelecto de Luis Roberto, ya que sus padres no quieren que se distraiga de sus estudios.
Según Pimentel Reyes, la coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado emitirá un boletín con los pormenores de los estudios que se le han realizado al joven para determinar su coeficiente intelectual y los planes que tienen él y su familia.
El miércoles se informó que apenas el año pasado fue cuando los padres de Luis Roberto Ramírez Álvarez corroboraron clínicamente que el niño de 11 años posee un alto coeficiente intelectual.
El padre del menor, dijo que fue hasta que cumplió 10 años cuando a través de diversos estudios confirmaron que sus niveles de coeficiencia son similares al del científico alemán Albert Einstein.
Fuente: Milenio