El partido en el gobierno, Morena, tiene serios problemas para gobernarse de acuerdo con sus propios estatutos. Más aún, no consigue nombrar al sucesor de Andrés Manuel López Obrador, quien dejó la dirigencia del partido cuando inició su campaña presidencial. Desde entonces la encargada de suplirlo temporalmente, Yeidckol Polevnsky, está confrontada con otros dirigentes, que ahora la acusan de apostarle a la anulación del Congreso Nacional Extraordinario que habían acordado para resolver la crisis, lo que puede ahondar la división y desembocar en un descalabro mayúsculo de Morena en las siguientes elecciones.
Por Álvaro Delgado/ Proceso
Aferrada a la dirigencia de Morena para controlar las candidaturas a gobernadores y diputados federales, que sus detractores identifican como la base de su proyecto presidencial para 2024, Yeidckol Polevnsky apuesta a que el Congreso Nacional que designó a Alfonso Ramírez Cuéllar como presidente y la devolvió a su cargo de secretaria general sea anulado por “ilegal”.
La Coordinación Jurídica de la Secretaría General de Morena, que es el cargo verdadero de Polevnsky –quien ejerce funciones de presidenta desde que Andrés Manuel López Obrador buscó la candidatura presidencial–, alista los alegatos que presentará ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para, tras la eventual anulación, seguir manejando el dinero y la estructura de Morena.
“Las decisiones tomadas por el VI Congreso Nacional Extraordinario debe (sic) ser anuladas”, establece el documento de tres cuartillas de la Coordinación Jurídica de Morena, que detalla la defensa que, también mediáticamente, ha hecho Polevnsky tras la sesión del domingo 26, cuando Ramírez Cuéllar fue electo presidente, cargo que ella también ostenta.
Este nuevo capítulo en la convulsa y judicializada vida interna de Morena se produce después de que el TEPJF anuló el proceso interno, el 30 de octubre, y de que Polevnsky no cumplió con su firma y su palabra de convocar a un Congreso Nacional Extraordinario para resolver la crisis, un pacto que se hizo a petición de Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México.
Y es que el 15 de noviembre Polenvsky; la presidenta del Consejo Nacional, Bertha Luján, y el presidente de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ), Héctor Díaz Polanco, firmaron un “acuerdo” para realizar ese congreso extraordinario el 30 de noviembre para, entre otros asuntos, aprobar el método de encuesta para la designación de dirigente nacional.
El método fue sugerido por el presidente Andrés Manuel López Obrador para evitar conflictos, pero repentinamente Polevnsky se desdijo, pese a que ella misma aseguró que hizo el pacto tras reunirse con Sheinbaum.
Luján, quien participó en las negociaciones y es aspirante a presidir a su partido, recuerda que en noviembre se llevaron a cabo negociaciones durante cuatro días y se hizo un pacto que no cumplió Polevnsky, quien desde 2015 está al frente de la nomenclatura de Morena.
Pero aclara: “Claudia no se reunió con nosotros. Yeidckol dijo que ella se había reunido. Yo por lo menos no me reuní y no tengo información de que los miembros de la Comisión de Honestidad se hayan reunido con ella”.
Fragmento del texto publicado en la edición 2257 de la revista Proceso, en circulación