El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas presentó este lunes la propuesta de reforma energética del PRD, la cual se basa en tres ejes fundamentales: no realizar cambios al 27 constitucional, autonomía de gestión de los recursos que genera la industria petrolera y cobro de impuestos al sector de tal manera que éste no quede “desfondado”.
“No se requieren cambios constitucionales, se requieren cambios y medidas de carácter administrativo, planteando el cobro distinto de los impuestos, la autonomía de recursos sin cambiar el 27 constitucional”, ya que Petróleos Mexicanos (Pemex) no es el único sector de la industria energética, consideró el fundador del PRD.
En un acto realizado en el hotel Hilton de la Alameda Central y acompañado, entere otros, de Jesús Zambrano, líder nacional del partido; Miguel Barbosa, coordinador en el Senado, y Miguel Alonso Raya, vicecoordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Cárdenas Solórzano advirtió que la izquierda rechaza cualquier intento de privatización de Pemex.
Petróleos Mexicanos, advirtió el líder moral del PRD, “debe seguir manteniendo la conducción central y dirección estratégica de la industria petrolera, garantizando la seguridad energética de las próximas generaciones de manera eficiente, continúa, económica, diversificada y de alta calidad.
“Siempre con respeto al medio ambiente, impulsando el desarrollo sustentable y propiciando una transición energética a fuentes alternativas”, aclaró Cárdenas.
Luego enumeró ocho ejes estratégicos para tal reforma: cambio en el régimen fiscal; autonomía presupuestal; autonomía de gestión; fortalecer a la Secretaría de Energía y Comisión Nacional de Hidrocarburos, así como las tarifas, precios y subsidios de los combustibles y la electricidad para un acceso equitativo a la energía.
Además, convertir el fondo de estabilización de ingresos petroleros en un organismo financiero; impulsar la investigación y el desarrollo tecnológico, y se fomente la transición energética, cuidado del medio ambiente y el desarrollo sustentable.
El proyecto perredista pretende un cambio en el régimen fiscal de Pemex porque la paraestatal requiere recursos adicionales para aplicar una “agresiva política de inversión pública” canalizada a la exploración y producción; transformación industrial de hidrocarburos, autosuficiencia de insumos petroquímicos y productos derivados; mantenimiento, comercialización, distribución, transportación, almacenamiento, investigación y desarrollo tecnológico e internacionalización.
“La carga fiscal de Pemex es muy cercana a 70% en proporción de sus ingresos totales. Es decir, 70 centavos de cada peso que entra a Pemex se va a la Secretaría de Hacienda por concepto de impuestos, derechos y aprovechamiento, dejando plenamente descapitalizada a nuestra paraestatal”, indicó Cárdenas.
La propuesta de modificación al régimen fiscal de Pemex consiste en disminuir la tasa fiscal sobre producción petrolera, así como reducir la base impositiva modificando el límite máximo de deducción en inversiones, costos y gastos que se ha mantenido desde 2005.
Además, redistribuir los fondos excedentes para obtener recursos para incrementar la inversión productiva, modificar el reparto y destino de los excedentes petroleros, fondear el pasivo laboral e incrementar en uno por ciento el valor de la producción del derecho para la investigación científica y tecnológica, añadió.
En cuanto a la autonomía de gestión de la paraestatal, Cárdenas señaló que se debe evitar la multiplicación de funciones de Pemex que, con sus cuatro subsidiarias, ha aumentado los gastos de administración “de manera innecesaria”.
Ante eso, dijo que se debe adecuar la plantilla laboral a partir de criterios productivos de la industria.
“Debe poder tener una política de recursos humanos sin intromisión de Hacienda. Definir tabuladores salariales para premiar a los buenos técnicos sin que tengan que convertirse en malos administradores”.
Asimismo, planteó redireccionar la Estrategia Nacional de Energía y descentralizar la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Aparte, ordenar el sistema de precios y tarifas del costo de la energía y el funcionamiento del sistema de suministro, tomando en cuenta el compromiso del país con la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global.
Además, que el Fondo de Estabilización de Ingresos Petroleros, de más de 40 mil millones de dólares, se convierta en un organismo financiero y deje ser el complemento al gasto corriente del gobierno federal.
“Los hidrocarburos son recursos no renovables cuyo aprovechamiento no debe ser dilapidado, como hasta ahora se ha hecho; por ello es indispensable que al menos una parte de ellos sean acumulados para beneficio del presente y las próximas generaciones”.
Para ello, prosiguió Cárdenas, “proponemos un organismo financiero encargado de acumular y generar rentabilidad de los ingresos petroleros, vincular los rendimientos del fondo a pensiones, educación o a la investigación científica o tecnológica y que sea regulador de la estabilidad del presupuesto federal ante cambios repentinos de los precios internacionales de petróleo”.
Sobre el impulso en investigación y desarrollo tecnológico, propuso fortalecer al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) para avanzar en la internacionalización de Pemex.
“La transición energética requiere no sólo de la sustitución de energías fósiles por energías limpias, sino de una transformación organizativa, reguladora, jurídica e institucional, cuyo eje central sea la paraestatal.
“Pemex debe ser factor activo para lograr mayor bienestar a través de una adecuada inserción de sus actividades y su personal en las comunidades, la preservación del tejido social, el fortalecimiento de la economía local, la creación de instituciones de educación y, en fin, todo lo que contribuya al desarrollo sustentable y la responsabilidad social”, resaltó.
En su oportunidad, Jesús Zambrano destacó que esta propuesta es la oportunidad para la modernización energética sin entrar “al esquema de privatización de Pemex”.
Estos ocho ejes para la reforma, agregó, son la contribución de la izquierda al debate nacional en la materia, cuyo referente es el esquema con el que opera Petrobras, la empresa petrolera brasileña que permitió la entrada de la iniciativa pbajo el control del Estado como eje rector.
“Además de sanear las finanzas servirá para generar empleos y usar los excedentes petroleros para la inversión. Se debe terminar con el falso debate de que si le quitamos a la Secretaría de Hacienda las aportaciones de Pemex, habrá que hacer una reforma para establecer el IVA en alimentos y medicinas; eso es un falso debate.
“Si le entramos a la privatización de Pemex sería matar a la gallina de los huevos de oro”, enunció para luego recordar que con la reforma energética del 2008 no se ha aportado un solo barril de crudo adicional a la extracción y producción petrolera nacional.
“Yo le creo a Graco”
En otro asunto, Zambrano salió en defensa del gobernador de Morelos, Graco Ramírez, a quien se señala de haber recibido sobornos de Walmart en 2003 para la operación de una tienda de esa cadena minorista.
“Se trata de una calumnia. Tenemos plena confianza de que no tiene nada que ver con actos de corrupción. Yo le creo a Graco en lo que ha dicho en relación a este asunto”, dijo.
Respecto al reinicio de la campaña de afiliación al PRD, a partir de este martes 15, que arrancará con una ceremonia en el Polyforum Cultural Siqueiros, Zambrano rechazó hacer comparativos con el mismo ejercicio realizado por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en su búsqueda de afiliados para convertirse en partido político.
En su opinión, el PRD se consolidará en 2013 en su papel de fuerza opositora luchando por el país.
En ese tenor, Cárdenas, al ser cuestionado por Apro sobre si se reafiliaría al PRD, comentó: “Pues como dijo Diego” (Fernández de Cevallos), y soltó la carcajada.
Se refería al hecho de que el panista, como militante con amplia trayectoria en su partido, no requería la reafiliación; sin embargo, Cárdenas, al redondear su frase, comentó que eso habló con Zambrano y pues “vamos viendo”.
Fuente: Proceso