El gigante estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha reconocido haber perdido el control sobre el pozo de extracción de petróleo y gas Águila 50, en Naranjos, al norte de estado de Veracruz.
Las autoridades locales reportan un potente derrame que está afectando a cultivos en la región. Actualmente, la zona está acordonada para evitar daños a la población. Según los datos preliminares, la fuga se inició el viernes. Se estima que unas 500 personas, entre personal de Pemex, bomberos y Fuerzas Federales, están intentando acabar con las emanaciones descontroladas de crudo y gas en la zona.
El derrame en el Águila Naranjos 50 es el segundo que sufren las instalaciones de Pemex en la última semana. El primero, una fuga de gasolina de un ducto, ocurrió el miércoles pasado en el municipio de Tierra Blanca, también en el estado de Veracruz, y causó un “ecocidio” en el río Arroyo Hondo. Debido a las fuertes lluvias, la gasolina se extendió por el cauce del río provocando la muerte de numerosas especies acuáticas. Según la empresa, el desastre se debió a una toma clandestina de gasolina.
La Procuraduría del Medio Ambiente de Veracruz, a su vez, se comprometió a presentar una denuncia oficial contra Pemex y señala a la compañía como responsable por ambas fugas y la respectiva contaminación, indicó al portal ‘milenio.com‘ el titular de la dependencia, Dalos Ulises Rodríguez Vargas. Según él, en el caso de Tierra Blanca el gigante estatal petrolero es responsable por la falta de vigilancia en sus instalaciones, mientras que el desastre industrial del Águila 50, se debió a la falta de mantenimiento adecuado de las tuberías, que llevan más de 50 años operando: detalló que la fuga se debió al desgaste de una válvula.
Fuente: RT
