La apertura de las importaciones del gas LP permitieron que las grandes empresas del sector le quitaran cerca del 30% de las ventas a Pemex entre enero y noviembre de 2016 frente al mismo periodo del año anterior. Esto equivale a cerca de 24,000 millones de pesos (mdp) menos en ventas, que pasaron de 70,800 mdp a 46,700 mdp, según cifras de la petrolera.
Las grandes compañías de distribución de gas LP aprovecharon la infraestructura propia para importar, transportar y almacenar el combustible que se usa en 90% de los hogares del país, para sustituir a Pemex desde los primeros meses de 2016.
El gas LP es uno de los productos residuales de la refinación del crudo en gasolinas y otros derivados. Antes de la apertura a la importación, las compañías sólo se podían abastecer del suministro de la petrolera nacional, pero con la apertura energética pueden acudir a otras fuentes, por lo que Pemex se ve obligado a negociar para colocarlo en el mercado.
“En el momento en que se liberó el mercado en 2016, los importadores comenzaron a tomar vuelo a partir de marzo. Llegaron a sustituir 40% de las importaciones”, explicó Luis Landeros, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas LP (ADG).
La entidad productiva del Estado debió recurrir a los mercados internacionales para colocar parte de esta producción de gas LP en 2016, por lo que el indicador pasó de cero en 2015 a 3.9 millones de barriles promedio diario el año pasado, según cifras de Pemex. La cifra también supone la mayor al menos desde 2011, cuando promedió 1.8 millones de barriles.
El vuelco en las tendencias de ventas de Pemex provocaron que la petrolera tuviera que negociar a menores precios con los distribuidores de gas LP, debido a que el precio en México estaba controlado y ahora contaban con nuevas fuentes de suministro a través de privados, o de manera directa con los proveedores de Estados Unidos, apuntó Víctor Figueroa, presidente de la Asociación de Distribuidores de gas (Adigas), que agrupa a pequeñas y medias firmas del sector.
Las asociaciones esperan que este año, ante la liberación de los precios del gas LP, la tendencia de sustitución de Pemex continúe, sobre todo para las grandes empresas, mientras que las medianas y pequeñas buscarán crear clubes de compra para adquirir el combustible al mayoreo en el exterior.
“Vale la pena decir que ya podemos negociar con Pemex, que ahora está sujeto a una competencia, y si no da los precios y se ajusta, pues sabe que no le compraremos”, dijo Figueroa.
Fuente: Expansion
