El denominado movimiento #YoSoy26 dio a conocer hoy una serie de reglas que deberán seguir las personas que participen este sábado en la marcha en apoyo a los ocho militares consignados por el caso Tlatlaya.
En su página de Facebook, los promotores recomiendan a los asistentes no gritar ni llevar pancartas con las siguientes consignas: “Muerte a Peña Nieto, Muerte a Cienfuegos (el secretario de la Defensa), Golpe de Estado, Que regrese Galván (exsecretario de la Sedena), Fuera Peña y su mal Gobierno, Galván tu tropa te necesita, Fuera el traidor de Cienfuegos”, así como ninguna frase que incite a la violencia o haga referencia a la muerte.
La convocatoria enuncia también las consignan que sí están permitidas: “Sr. Presidente Peña Nieto: Solicitamos una investigación justa para los militares involucrados en el caso Tlatlaya”; “Los militares también tienen derechos humanos”; “Los ciudadanos marchamos en defensa de los derechos humanos”; “Ellos levantan las armas por su país nosotros levantamos la voz por ellos”; “Son militares no juguetes”; “Solicitamos un juicio justo respetando los derechos humanos de los miliares”; “Todos somos México”; “Unidos somos la gran fuerza de México”, “Libertad a nuestro héroes anónimos, libertad a nuestro militares”; “Si tú defiendes tus derechos humanos, yo voy a defender los de ellos”.
Más: “Sr. Presidente le exigimos que también se les reconozca los derechos humanos a los militares”; “Igualdad ante la ley”; “Si los delincuentes son humanos, los militares… ¿son marcianos?”; “Sedena es la institución más fuerte del país, pero la más vulnerable en personas”; “Los militares antes de ser militares, ¡Son Humanos!”; “Soldado, sueño de muchos realidad de valientes”; “Ellos reciben las balas y los políticos las medallas”; “Ellos solo cumplían con su deber”; “Ellos solo reciben órdenes”, y “Tú los llamas asesinos, ¡Yo los llamo héroes!”.
Según los términos de la convocatoria, los asistentes deberán llevar pantalón de mezclilla color azul, playera, camisa o blusa blanca y un listón verde olivo en el brazo derecho.
Y hace una última recomendación:
“Recuerda que es una marcha pacífica, todo es con respeto sin ofensas hacia nuestro Sr. Presidente o a la CNDH,; sin insultos, golpes., faltas de respeto o actos vandálicos”.
En las redes sociales circulan perfiles o grupos como “verdesdecorazon01”, con el lema: “Hay que reconocer quien sirve a su patria y castigar a quien se sirve de ella…”. También se crearon grupos como “Amigas de Militares”, “Movimiento Militarizado. Soldados Unidos”, “Militares y Marinos de México”, “Digaan loq digan yo amare ami militar” (sic).
La convocatoria es para familiares de elementos del Ejército y la Marina que enfrenten o hayan estado bajo algún proceso o sentencia judicial relacionados con su labor y en el que se presuma, se hayan violado los derechos humanos.
También para personas que hayan sido auxiliadas por elementos de las Fuerzas Armadas en operativos en contra del crimen organizado o en casos de desastres naturales.
Todos ellos, explica la invitación, son el número 26.
En días pasados, Ana Lucía Zavala Rodríguez, presidenta de la Organización Humanista por el Progreso Social, organizadora de la marcha, informó en entrevista con Carmen Aristegui en MVS Radio, que el motivo de la marcha es para que a los soldados procesados por el caso Tlatlaya “no se les denigre, ya casi los están sacrificando”. Acusó que en los medios de comunicación hay un linchamiento contra el Ejército Mexicano acusado de violar los derechos humanos.
La activista aclaró que la movilización es pacífica y no es convocada por el Ejército, sino por la sociedad civil. Sin embargo, reconoció que en ella participa el general César Mario Gutiérrez Priego, representante de la Fundación General Gutiérrez Rebollo en apoyo a militares marinos procesados y sentenciados AC.
Los organizadores argumentan que esta marcha está respaldada por parte de la sociedad que considera que en el caso de los presuntos secuestradores muertos, como en otros muchos, hay militares procesados o en prisión injustamente pues no se respetaron sus garantías procesales.
Fuente: Apro