Un grupo de activistas realizaron este sábado una protesta frente a las embajadas de Reino Unido y Estados Unidos en México, para demandar la liberación del fundador de Wikileaks, Julian Assange, además de que se ponga fin a su persecución.
Con la consigna “la libertad de Assange es nuestra libertad”, integrantes de la Coalición Vida y Libertad exigieron al gobierno de Estados Unidos anule los cargos contra Assange, quien está acusado de violar la “Ley de Espionaje”, promulgada hace un siglo.
También, manifestaron su preocupación por el deterioro del estado de salud del australiano, quien desde abril de 2019 ha permanecido encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en Inglaterra, donde lucha contra esfuerzos para extraditarlo a Estados Unidos.
“Esta prolongada privación de libertad ha cobrado estragos en su salud física y mental. Assange es objeto de persecución sistemática, de tortura psicológica. El Reino Unido viola flagrantemente el derecho internacional”, señaló Edith Cabrera, fundadora de la coalición.
La activista indicó que después de 11 meses, el Tribunal Supremo de Reino Unido rechazó hace unos días la apelación que interpuso la defensa de Assange, y “en una decisión de tres páginas”, el juez rechazó los ocho argumentos del periodista, lo que abre la posibilidad de extradición a Estados Unidos.
Dijo que la defensa legal del editor de Wikilieaks presentará una nueva solicitud de apelación la siguiente semana, lo cual representa “la última oportunidad para frenar su extradición”.
Este mediodía un grupo de personas que portaron chalecos amarillos y con carteles en los que se leía “Julian Assange, humanista heroico periodista”, se manifestó afuera de la embajada del Reino Unido en México, a unos pasos del Ángel de la Independencia. Después continuaron la protesta muy cerca, en la embajada de Estados Unidos.
Cabrera indicó que la última ocasión que se tuvo un diagnóstico médico sobre Julian Assange fue en el año 2019, cuando el ex relator especial de la ONU sobre tortura, Nils Melzer, quien dio una evaluación “desalentadora”, pues indicó que el australiano tenía “signos de una persona que ha estado expuesta a tortura sicológica, una depresión muy fuerte y con intentos de suicidio”, expuso.
La activista destacó que el caso Assange “es un caso que nos debe competer a todos”, porque de ser extraditado y encarcelado estaría en riesgo la libertad de expresión de todos los ciudadanos, quienes deben defender su derecho a la información.
Fuente: La Jornada