Familiares de militares y activistas marcharon del Zócalo de la Ciudad de México a la residencia oficial de Los Pinos para exigir un proceso justo a los integrantes de las fuerzas armadas que el 30 de junio abatieron a 22 presuntos delincuentes en un enfrentamiento en Tlatlaya, Estado de México, y algunos son ahora enjuiciados por homicidio.
El penalista César Gutiérrez Priego, hijo del extinto general Jesús Gutiérrez Rebollo, y presidente de la fundación que lleva el nombre de su padre, y Ana Lucía Zavala, directora de la Organización Humanista por el Progreso Social, entregaron un pliego de demandas a la Presidencia de la República.
Dijeron que en la actualidad hay más de 100 casos en los tribunales militares en donde el personal ha sido enjuiciado por consigna y no bajo el régimen del Código Penal Militar.
“En el fuero de guerra no existe la presunción de inocencia”, acusó Gutiérrez Priego, quien señaló que la PGR, que consignará a tres soldados por homicidio, ha incurrido en violaciones al debido proceso al señalar como “culpables” a los militares que serán juzgados también en el fuero civil.
El abogado y Zavala pidieron un juicio que atienda los derechos humanos de los militares que participaron en el operativo en Tlatlaya, y señalaron que éstos no deben ser “enjuiciados a priori”, pues ello viola sus garantías individuales.
En la manifestación participaron alrededor de 150 personas que dijeron ser activistas y familiares de militares, quienes señalaron que la protesta también se realizó en defensa del Ejército mexicano, a la que calificaron como la institución con más credibilidad del país.
Fuente: Milenio
