El alto comisionado de la ONU para Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, se pronunció para que las personas que buscan asilo en Estados Unidos sean escuchadas en ese país y para que México, Guatemala, El Salvador, Honduras y la misma nación estadunidense aborden, de forma regional, la crisis migratoria.
En ese sentido, Grandi urgió a no politizar la situación de las personas que huyen del flagelo de la violencia.
“Esta es una de las situaciones más complicadas”, afirmó Grandi al ser cuestionado por Apro sobre el acuerdo logrado entre Estados Unidos y México, en el que este último se comprometió a frenar el flujo migratorio de Centroamérica al aceptar, entre otras cosas, que los solicitantes de asilo permanezcan en México mientras se resuelve su situación.
Explicó que las personas que dejan sus hogares lo hacen por violencia sexual, reclutamiento de menores, ocupación territorial para ejercer control, entre otras razones.
“Este es el mismo patrón que se ve en los conflictos armados y la gente que puede comprobar la razón por la que huye debe ser considerada bajo el amparo del derecho internacional”, argumentó Grandi en el marco del lanzamiento del informe anual del ACNUR sobre tendencias de desplazamiento forzado en 2018.
“Ahora la pregunta es dónde. La gente debe tener derecho a que le escuchen sobre las razones por las que solicitan asilo a dónde vayan y si es un lugar seguro”, indicó el alto comisionado.
“A los que piden asilo en EU, nosotros abogamos porque tengan una audiencia justa en Estados Unidos, que los niños no sean separados de sus familias y si hay algo en lo que podamos ayudar a esta administración estamos listos para hacerlo”, remarcó.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que México acceda a un acuerdo sobre “un tercer país seguro”, Grandi prefirió no responder, pues dijo desconocer todos los elementos.
El informe del ACNUR fue dado a conocer al tiempo que el presidente estadunidense Donald Trump anunció que Guatemala firmará un acuerdo para ser “tercer país seguro”, que quiere decir que personas que huyen de Honduras y El Salvador serán invitadas por Washington a pedir asilo en territorio guatemalteco.
El concepto de “tercer país seguro” surge a raíz de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que se firmó en Ginebra, Suiza, en 1951.
A grandes rasgos consiste en que cuando una persona abandona su país para solicitar asilo en otro de su elección, este segundo puede negarse a recibirlo y remitirlo a un tercero que considere que puede darle las mismas atenciones y que esté de acuerdo.
Sin embargo, según la Convención, no es suficiente con tener buena voluntad para ser considerado tercer país seguro, ya que se tiene que cumplir con ciertos requisitos, siendo el principal el de garantizar que los solicitantes de asilo no van a ser retornados a su país de origen, es decir, que se respeta el principio de “no devolución”.
Además, deben asegurar el derecho a la vivienda, seguridad social, servicios médicos, empleo y educación, así como el derecho a la reunificación familiar si los solicitantes tienen un vínculo cercano con ese tercer país.
En este sentido, una fuente consultada por Proceso señala que Guatemala “obviamente no cumple con estas condiciones”.
De igual manera, el relator de la ONU para Migrantes, Felipe González Morales, dijo a Apro que “la situación en Guatemala es muy complicada, por lo que esa cuestión de pedir asilo ahí resultaría descabellada porque muchos guatemaltecos intentan salir también”.
The world is not facing a refugee crisis – it’s a crisis in solidarity.@RefugeesChief Filippo Grandi says we need a new narrative of possibility. pic.twitter.com/yzEZrwb7qx
— UNHCR, the UN Refugee Agency (@Refugees) June 19, 2019
Humanizar y no politizar
Al preguntarle al Alto Comisionado para los Refugiados sobre qué opina de la manera en que el gobierno de Estados Unidos mezcla la situación de los solicitantes de asilo, refugiados y migrantes con presiones de comercio y aumento de aranceles, Grandi fue categórico:
“Necesitamos ver esto en términos estratégicos, no deshumanizantes, estas son personas que están huyendo de situaciones muy difíciles.
“Yo no tengo opinión como Alto Comisionado para Refugiados en lo que se refiere a discusiones sobre comercio, pero creo que las discusiones sobre refugiados y asilo deben ser despolitizadas, deben ser humanitarias, deben ser acordes a los principios, deben respetar la necesidad de las personas de buscar asilo, seguridad y protección”, recalcó.
Por otra parte, “también acogemos con satisfacción las declaraciones del presidente de México (Andrés Manuel López Obrador) de que él quiere ayudar a Guatemala, Honduras, Salvador a crear empleo porque esta es realmente la clave”, reconoció.
Grandi recordó que la gente que está huyendo del norte de Centroamérica –Honduras, El Salvador y Guatemala-, se debe a varias razones, una de ellas es la económica “de eso no hay duda, pero otros, y yo lo pude constatar porque estuve ahí, están huyendo por la terrible violencia que existe contra ellos y dicha violencia es perpetrada principalmente por las bandas armadas, las maras y esto no los excluye de ser considerados seriamente como refugiados y en necesidad de protección internacional”.
Admitió que el tema “es muy complicado y que realmente requiere una discusión regional. Hemos urgido a Estados Unidos, México, Honduras, El Salvador y Guatemala a tener una discusión conjunta sobre este fenómeno”.
En este contexto, Grandi refrendó su disposición para colaborar con el gobierno de AMLO:
“Estamos muy interesados en continuar nuestra cooperación con México para tratar con las personas que vienen de la parte norte de Centroamérica para fortalecer la capacidad del sistema mexicano para recibir a las personas”.
“Hemos visto en tres años un aumento del 500% en las solicitudes de asilo en México. Aún no hemos visto que la Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) haya sido reforzada en consecuencia, sabemos que el gobierno quiere hacerlo y eso nos complace”, detalló Grandi.
Asimismo, el titular del ACNUR consideró que Estados Unidos también debe revisar el proceso de solicitud de asilo porque en la actualidad se calcula que unas 800 mil personas están a la espera de sus resultados.
Según datos del gobierno de EU, el proceso para pedir asilo debe resolverse en 180 días después de que se presentó la solicitud, pero en la práctica puede llevar desde 1 hasta 3, 5 o más años.
Desplazamiento forzado
Según el informe del ACNUR, el desplazamiento forzado mundial llegó a 70.8 millones de personas, lo que corresponde al total de la población de países como Tailandia o Turquía.
“El número de 70.8 millones es conservador, en particular porque la crisis en Venezuela está reflejada parcialmente en este informe”, aclaró Grandi en un encuentro con la prensa.
Esta cifra incluye a tres grupos: los refugiados, es decir personas que huyen por la guerra, conflicto o persecución que asciende a 25.9 millones en el mundo. El segundo grupo corresponde a los solicitantes de asilo que cuentan con protección internacional, pero que esperan su estatus de refugiado. A finales del año pasado 3.5 millones de personas se encontraban en esta categoría.
El mayor número de peticiones de asilo en 2018 correspondió a 341 mil 800 venezolanos, reveló ACNUR que estima que el éxodo personas de esa nacionalidad continuará hasta que no haya una solución política en el país de América del Sur.
Con respecto al número de venezolanos que han dejado el país, el titular del ACNUR confirmó que al menos 4 millones de personas han dejado su país.
“Nosotros no estamos abultando las cifras tal como declaró el canciller venezolano”, lanzó Grandi.
Aclaró que los datos provienen de los gobiernos que están recibiendo a miles de venezolanos, principalmente Colombia, Perú , Brasil, México, así como España e Italia.
Y finalmente, según el informe, el grupo más numeroso es el de los desplazados internos, es decir, las personas que buscan refugio dentro de su propio país, que asciende a 41.3 millones de personas.
Fuente: Apro