La competencia en telecomunicaciones se logrará no sólo porque es un compromiso, sino porque estoy decidido a hacerlo, señaló el presidente Enrique Peña Nieto en entrevista con el periodista Roberto Zamarripa, de Reforma.
“Ésa es mi convicción. No di un discurso de toma de posesión para solamente tener un espacio de lucimiento.
“Tener competencia no sólo en materia de telecomunicaciones, sino en cualquier otro ámbito, permite que la sociedad pueda decidir o hacer elecciones entre distintos productos y servicios que se ofrezcan, que compitan en calidad y en precio”, dijo al rotativo.
Entrevistado en la residencia oficial de Los Pinos, donde habita hace apenas seis días, Peña defendió la rectoría del Estado en las telecomunicaciones.
A pregunta expresa de qué le hace pensar que habrá ahora una historia distinta en la licitación de canales de televisión, pues en anteriores intentos los postores han sido desacreditados por los actuales concesionarios, Peña afirmó:
“Lo digo porque es un compromiso y porque estoy decidido a que así sea, porque estoy convencido de que la competencia es buena, es positiva para la sociedad mexicana”.
El presidente subrayó que busca abrir la competencia no sólo en TV, sino en otras áreas de las telecomunicaciones.
“Sobre todo garantizar para todos los mexicanos el derecho a la banda ancha, a una cobertura mayor que hoy no tenemos, el acceso a la televisión, a los servicios de telefonía, y con amplia competencia entre ellos”, indicó.
Peña sonríe cuando se habla de La Maestra (Elba Esther Gordillo). Defiende la necesidad de cambios y asegura que va a vencer resistencias. Habla de sus cinco ejes de gobierno y sus 13 decisiones anunciadas en el Mensaje a la Nación que ofreció el 1 de diciembre.
Aseveró que no heredó un país en desastre, sino uno obligado a cambiar de paradigmas.
“El riesgo mayor es quedarnos en la inercia, estar pasivos, ser rehenes de la pobreza o la inseguridad. Lo que propongo es un cambio de mentalidad”. También asevera que “no puede ser nuestro inicio el de la pesadumbre, el del desaliento, sino más bien el del optimismo y el de vernos en la capacidad realmente de lograr estos objetivos”.
Enrique Peña sonríe cuando se habla de La Maestra (Elba Esther Gordillo) pero mantiene su postura rígida, no abandona el guión. Ocupa una silla al centro de una oficina de la residencia Lázaro Cárdenas de Los Pinos.
-¿La designación del secretario Emilio Chuayffet es para infundir miedo? Se dice que es el único que puede con la Maestra Elba Esther Gordillo. ¿Qué criterio tomó para designarlo? -le pregunta el periodista. Peña Nieto responde:
-El criterio para la designación de quienes son hoy titulares de las dependencias gubernamentales o de las áreas del gobierno de la República está en razón de su capacidad probada, de su experiencia en áreas del servicio público, de trayectoria, de reconocimiento, con perfiles que claramente acrediten experiencia en las áreas que hoy se les ha asignado. Lo que quiero lograr en esta Administración es que sea calificada por la eficacia que tuvo para lograr los resultados y objetivos que me estoy trazando.
-En la campaña fue estereotipado como un candidato de las televisoras, de los poderes fácticos. Ya es presidente. ¿Por qué creerle en su discurso? -pregunta Zamarripa.
-Bueno -responde Paña Nieto-, primero porque ésa es mi convicción. Ese es mi compromiso. No acudí en lo que fue el discurso de toma de posesión para solamente tener un espacio de lucimiento. Más bien fue un espacio de reto y sobre todo de dejar con toda claridad señalados mis grandes objetivos a lograr. Los cinco grandes objetivos, los que estarán inspirando la actuación de todo el gobierno donde nadie puede excluirse. Pensar que lograr una educación de calidad sólo es tarea de la Secretaría de Educación pues es no entender lo que implica la educación. Creo que todos tienen que participar en el reconstruido del tejido social, en lograr que se tenga una educación de calidad, en forma alguna, todas las áreas tienen algo en qué contribuir.
-¿Qué hará pensar o por qué creer a este mensaje? Porque además creo que todo esto es medible.
-La ventaja de establecer una numeralia en todo esto es que permitirá que cada una de estas acciones sea evaluable. Éstos son los cinco objetivos, trece decisiones. Estoy seguro que la sociedad mexicana, que me parece ha recibido este mensaje, lo ha conocido, va a evaluar y va a medir a este gobierno a partir del cumplimiento de la decisión 1, de la decisión 2, de la decisión 3, y así las subsecuentes. La residenciaLázaro Cárdenas, ubicada cerca de la puerta 1 de Los Pinos, luce como una casa amueblada en renta. Cuartos vacíos con cuadros y libros en los sillones; un árbol de Navidad enorme sin adornos, tiras de masking tape en las escaleras alfombradas, tapetes chuecos. La sala elegida para la entrevista tiene una mesa vacía, no hay sillones, el mejor adorno es un pequeño florero con orquídeas plásticas.