Sepp Blatter y Enrique Peña Nieto, vinculados con posibles conflictos de interés, y manchados por actos ilícitos que involucran a personajes cercanos y allegados, se han referido en tiempos muy recientes a la caída de la confianza pública en sus personas y en las instituciones que representan, por el terrible mal de la corrupción. ¿Sus justificaciones han sido creíbles?
Por Arturo Franco
Sepp Blatter y Enrique Peña Nieto son dos líderes globales que normalmente no tendrían mucho en común. Blatter no parece tener un interés especial en México, Peña Nieto no parece ser muy futbolero que digamos.
Pero sí comparten algo. En meses recientes, ambos han visto una enorme caída en sus niveles de popularidad y aprobación.
Vinculados con posibles conflictos de interés, y manchados por actos ilícitos que involucran a personajes cercanos y allegados, los dos se han referido en tiempos muy recientes a la caída en la confianza pública en ellos y las instituciones que representan, por este terrible mal: la corrupción.
Curiosamente, por una mera coincidencia, con menos de 12 horas de diferencia, ambos abordaron públicamente el tema:
Por un lado, Enrique Peña Nieto publicó ayer un artículo en al menos cinco diarios nacionales (La Jornada, El Universal, Excélsior, Milenio y el Financiero) para abordar las virtudes de la reforma constitucional que promulgó en Palacio Nacional, en compañía de servidores públicos y legisladores.Por el otro, el director de FIFA, Sepp Blatter, pronunció el discurso inaugural del Congreso del organismo, que se celebra en Suiza.
Acabo de ver y leer ambos discursos. Y se me ocurrió un ejercicio mental interesante.
Si ambos hubieran contratado al mismo asesor para escribir estos importantes discursos, en momentos en que ambos enfrentan enormes crisis de autoridad moral, ¿que les recomendaría este hipotético personaje?
1) Empiecen diciendo que estamos en un momento… importante.
“En nuestro país estamos viviendo uno de los procesos de transformación institucional más importantes de nuestra historia moderna”. (EPN)
“Estarán de acuerdo conmigo, que estos son tiempos sin precedente y difíciles para FIFA”. (SB)
2) Perfecto, ahora pasen la pelota inmediatamente. Échenle la culpa a otros.
“El cambio más relevante de este nuevo paradigm es que, por primera vez, nuestra Constitucion reconoce que, tanto ciudadanos como servidores públicos, somos corresponsables de combater la corrupción”. (EPN)
“Que este sea el punto de inflexión. Aún queda mucho por hacer para asegurarse de que TODOS en el fútbol se comporta de forma responsable y éticamente, y en todas partes, también fuera del campo de juego, donde no hay árbitro, no hay límites y sin límite de tiempo”. (SB)
“Sin duda, lograrlo depende de que TODOS, sociedad y autoridades –de los tres poderes y de los distintos ámbitos de gobierno–, actuemos con profesionalismo, integridad y honradez”. (EPN)
3) Bien, bien… ahora, muéstrense personalmente comprometidos. Como si la solución, y no el problema, proviniera de ustedes.
“Los actos de individuos traen vergüenza y humillación al fútbol, y demandan acción y cambio de todos nosotros […] No voy a permitir que las acciones de unos pocospara destruir el trabajo duro y la integridad de la gran mayoría de los que trabajan tan duro para el fútbol”. (SB)
“Estoy firmemente comprometido con el combate frontal a la corrupción”. (EPN)
4) ¡Excelente! Pero aquí viene lo más importante. Por ningún motivo mencionen el pasado. El cambio tiene que ser a futuro.
“Sus nuevas atribuciones LE PERMITIRÁN realizar auditorías en tiempo real, cuando posibles ilícitos ESTÁN SIENDO cometidos”. (EPN)
“El fútbol, los fans, los jugadores, los clubes, el mundo, se merecen mucho más. Y hay que responder MAÑANA. Mañana, el congreso, tenemos la oportunidad de comenzar en lo que será un largo y difícil camino de la reconstrucción de la confianza”. (SB)
5) Listo. Ahora el toque final, hablar de una aspiración mayor. Un futuro compartido.
“La construcción de una nación de instituciones más sólidas, autoridades más honestas y ciudadanos más participativos, es una responsabilidad compartida. México es de todos; asumamos juntos, con valor y determinación, este desafío”. (EPN)
“Pido solidaridad y unidad para el juego, para el mundo, por la paz”. (SB)
Y bueno, tal vez estoy leyendo mucho entre líneas. Quizás en realidad no hay muchas opciones en la manera de abordar este asunto, en la situación en la que se encuentran ambos.
Pero la pregunta más importante debe ser: “¿ustedes le creen a alguno de los dos?”
Fuente: Animal Político
