¿Enrique Peña Nieto contra el poder del SNTE? El presidente dijo que no habrá más plazas vitalicias ni heredables e instruyó al titular de la SEP a solicitar al Inegi la realización de un censo de escuelas, maestros y alumnos. Según El Universal, a Elba Esther Gordillo “está enojada” porque no le gustó el anuncio ni el trato que le dieron en Palacio Nacional.
Con ese anuncio, Peña Nieto “toma” las riendas de la política educativa, de acuerdo con al interpretación de Reforma en su titular principal.
Entre las primeras 13 acciones de su gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto anunció la presentación de una iniciativa para reformar el artículo Tercero constitucional y, en su momento, la subsecuente reforma a la Ley General de Educación a fin de mitigar los rezagos en esta materia y estar al nivel de los países desarrollados.
De aprobarse la propuesta que en los siguientes días enviará al Congreso, ante cientos de invitados nacionales y extranjeros en Palacio Nacional, dejará de haber plazas vitalicias y hereditarias en el sistema educativo nacional, según Reforma.
“Esta reforma también incluye la creación del Sistema Nacional de Evaluación Educativa, que identificará, de manera objetiva e imparcial, las necesidades de mejora de maestros, directores, supervisores, escuelas y autoridades”, dijo.
En presencia de Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del SNTE, Peña Nieto explicó que la reforma educativa también establecerá las bases para el Servicio Profesional de Carrera Docente.
“Habrá reglas claras y precisas para que todo aquel que aspira a ingresar, permanecer y ascender como maestro, director o supervisor lo haga con base en su trabajo y sus méritos, garantizándoles plena estabilidad laboral”, explicó.
Peña Nieto también instruyó al secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, solicitar al Inegi la realización de un censo de escuelas, maestros y alumnos.
Lograr una educación de calidad “para todos” será el tercer eje de su gobierno, después del mejoramiento de la seguridad y el combate a la pobreza.
Según El Universal, a la lideresa del Sindicato nacional de Trabajadores de la educación no le gustó ni el anuncio ni el trato que recibió en Palacio Nacional.
“La maestra está enojada”, según la columna Bajo Reserva.
“Nunca la habían tratado de esa forma. Elba Esther Gordillo acudió a escuchar el mensaje que dio el presidente de la República en el patio central de Palacio Nacional, donde aprovechó para susurrar algunos comentarios: no le gustó el lugar asignado, la trataron mejor en la época de los gobiernos panistas y su mejor relación con un secretario de Educación Pública fue con Reyes Tamez, en la administración de Vicente Fox”, publica El Universal.
“Ella estuvo a sólo dos filas de la ex candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, a quien no le dirigió el saludo. Al terminar el evento no quiso hablar del nuevo titular de la SEP, Emilio Chuayffet, ni del mensaje de Peña Nieto, en el cual el presidente aseguró que no habrá más plazas de maestros vitalicias ni heredables”, se agrega en Bajo Reserva.
