Petróleos Mexicanos (Pemex) informó de la contratación de dos astilleros gallegos, Navantia de Ferrol y Barreras de Vigo, para la construcción de dos hoteles flotantes, que supondrán un desembolso de 380 millones de dólares para la paraestatal. El contrato, además de salvar de la inminente ruina a las compañías españolas –que no firmaban ningún contrato desde hace cinco años–, dará trabajo a unas 3 mil personas durante los próximos 30 meses.
Desde el fracaso de la operación de tomar en control de Repsol junto a la constructora española Sacyr-Villahermoso, Pemex ha enfocado parte de su estrategia en España a firmar una especie de alianza estratégica con Galicia, una de las regiones más pobres de España, pero que, al mismo tiempo, cuenta con una importante industria de astilleros y es la tierra del actual mandatario español, Mariano Rajoy.
Antes de anunciar la firma del contrato para la construcción de las dos plataformas, el presidente de la Xunta de Galicia, el conservador Alberto Núñez Fiejóo, anunció en mayo pasado una alianza estratégica con Pemex en la que la paraestatal se comprometió a desembolsar centenares de millones de euros para que se construyeran 14 remolcadores y los dos hoteles flotantes.
Fue una operación impulsada y autorizada por el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, y ejecutada por el consejero delegado, José Manuel Contreras.
Según el acuerdo, los dos hoteles flotantes tendrán una eslora de 131 metros y una manga de 27 metros, con lo que tendrá una capacidad operativa de 600 ocupantes cada uno, con un peso total de la embarcación de unas 7 mil toneladas.
Debido a que las empresas no habían firmado un solo contrato en un lustro, tenían puestas todas sus esperanzas de sobrevivir en el contrato con Pemex.
El representante de Pemex en la firma justificó la elección de los astilleros gallegos en un supuesto prestigio internacional y en que sus facturas y construcciones de buques son de alta complejidad tecnológica.
Durante la firma del acuerdo estuvieron presentes el presidente gallego, quien está en plena campaña electoral, y Contreras, entre otros.
Si se cumplen las promesas tanto de los representantes de Pemex como de la administración gallego, el objetivo de la citada alianza estratégica es solicitar más pedidos en los próximos meses, incluidos hasta 14 remolcadores que,posiblemente, se harían en colaboración con astilleros mexicanos. El costo de esta operación, en caso de firmarse, podría superar mil millones de euros.
Al margen de la negociación entre los representantes de las empresas, las propias autoridades gallegas reconocieron que el impulso final de la operación y del compromiso de las futuras se acordó en una reunión a puerta cerrada entre Felipe Calderón, presidente saliente de México, y Mariano Rajoy. En encuentro fue en abril pasado, cuando el español realizó su primera visita como mandatario.
Otro de los proyectos a los que se habría comprometido el todavía mandatario mexicano es a que Pemex instale un puerto exterior en la ciudad gallega de A Coruña, lo que supondría una gran infraestructura de la paraestatal en el continente europeo.
Fuente: La Jornada/ Armando G. Tejeda