Mientras que los precandidatos republicanos para la Casa Blanca debatieron en Wisconsin la semana pasada, el vocero Paul D. Ryan estaba visiblemente ausente de su estado natal, pero definitivamente estaba en el escenario político.
Visitó al primer ministro Benjamín Netanyahu en Israel, donde también se reunió con reporteros locales e hizo varias declaraciones afirmando el compromiso de los Estados Unidos hacia ellos, antes de partir hacia otras naciones de Medio Oriente y a Alemania para tratar asuntos de seguridad e inteligencia.
De regreso en Washington, su personal apresuró el último video promocional de Ryan, lamentando las políticas de identidad y promoviendo un debate de ideas, acompañado con música de campaña de fondo. Mientras tanto sus colaboradores continuaron con un volumen no muy bajo apoyando actividades en la convención republicana de julio que llevaría a Ryan a la cima del evento.
Ryan está ciertamente en el centro de una campaña nacional, una que él llama “Estados Unidos seguro de sí mismo”, pero no necesariamente para presidente.
Aunque él ha declarado en repetidas ocasiones que no tiene intención de convertirse en el candidato de su partido este año, ya está muy dentro de su propia operación nacional paralela con el objetivo de contrarrestar a Donald Trump y ayudar a los candidatos a la Cámara Baja y el Senado a navegar los vientos políticos que el señor Trump causaría si fuera el candidato oficial del partido, o el senador Ted Cruz, quien es sólo ligeramente más popular.
Ryan está creando una alternativa en cuanto a personalidad y políticas a un lado del esfuerzo por la Presidencia, una que sienta las bases para reconstruir si los republicanos se dividen y pierden en el verano. “Él está dirigiendo una campaña política paralela”, comentó el senador republicano por Carolina del Sur, Tim Scott.
Le está dando forma a una serie de acciones que planea realizar justo antes de la convención, una serie de suplementos a la plataforma oficial del partido. Él da discursos sobre política de manera regular, especialmente sobre pobreza y asuntos económicos, luego los respalda en los medios de noticias.
No es una jugada sin riesgos. Sus políticas de inmigración y comercio, las cuales han contribuido a su candidatura de espejismo, son muy distantes de las opiniones de muchos votantes de las primarias republicanas.
Aun así, su nombre es importante. Ryan recauda cantidades substanciales de dinero para los republicanos, a pesar de cumplir su promesa de pasar los domingos en los eventos deportivos de sus niños en Janesville, Wisconsin, en lugar de ir a jugar golf con los donantes.
El mes pasado, el Comité Congresista Nacional Republicano juntó 185 mil dólares a partir de dos mensajes electrónicos de Ryan, más de lo que el grupo entero recaudó en marzo de 2014, durante las últimas campañas de la Cámara Baja. Ryan se convirtió en vocero a finales del año pasado.
“No hay duda de que Ryan está trabajando de manera muy ambiciosa”, expresó Peter Wehner, un exdirector de la Oficina de Iniciativas Estratégicas de la Casa Blanca en el mandato de George W. Bush, que conoce a Ryan desde hace dos décadas. “Está tratando de establecer un camino para el partido con ideas y propuestas de políticas, así como principios”, comentó. “Eso no es común en un vocero en un año de elecciones, pero Ryan mismo es una persona muy distinta, y esto es el resultado de un año presidencial muy raro”, añadió.
En gran parte, el recorrido paralelo de Ryan es para contrarrestar a Trump, quien se aleja tanto de él y de muchas de las políticas tradicionales del partido. Mientras que Ryan apoya abiertamente los tratados de comercio y escribió leyes que dan al presidente Obama autoridad amplia para negociarlos, Trump es igualmente abierto en su postura de rechazar los Tratados de Libre Comercio.
Aunque Ted Cruz comparte más de las opiniones de Ryan, especialmente en asuntos como quitar los fondos al programa de Planned Parenthood, se opuso a la legislación de libre comercio de Ryan, la cual en algún momento apoyó, y ha adoptado las políticas de línea dura de Trump en cuanto a inmigración.
Sin embargo, aun si Cruz prevalece, Ryan puede de cualquier forma ofrecer un juego complementario de puntos a discutir para que su partido los aproveche.
Aún dentro de la Cámara Baja, sus ideas se han topado con resistencia. No puede lograr que le aprueben un presupuesto, en gran parte porque no apoya las ideas de recortes presupuestales tan grandes promovidos por conservadores como Ted Cruz.
Fuente: The New York Times