Para los militares “abatir” es matar, dice ex general Gallardo

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En el Ejército es común ver documentos con la orden de “abatir”, aunque se diga que el término no se refiere a matar, afirmó Francisco Gallardo, ex general brigadier del Ejército y ahora asesor de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado de la República.

Por ello, consideró que lo ocurrido en Tlatlaya es un crimen de Estado y se debe investigar al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos.

“Es irónico que hasta la misma Comisión Nacional de Derechos Humanos pregunte a la Secretaría de la Defensa Nacional qué significa abatir”, dijo en entrevista luego de concluir una conferencia sobre el riesgo de invertir en materia de hidrocarburos en México.

“Abatir significa para un militar matar, aniquilar, anular. Si le preguntas a un marino, pues es abatir las velas. Si le preguntas a un panadero, es abatir la masa para el pan, pero para un militar, es matar”, afirmó.

El también académico de la UNAM consideró que el presidente Enrique Peña Nieto y el titular de la Sedena son responsables directos de la muerte de 22 personas en San Pedro del Limón, Tlatlaya, en el Estado de México.

Aunado a esto, expresó que hay responsabilidad del Congreso de la Unión, principalmente de la Cámara de Diputados, que aprobó el movimiento de tropas militares en territorio nacional.

Gallardo, quien estuvo preso de 1993 al 2002 luego de que propuso la creación de un ombudsman en el ámbito militar, aseguró que es inconstitucional que el Ejército haga labores de seguridad pública en el país.

“Lo que estamos viendo es que este asunto (de seguridad) hizo crisis y se deben tomar cartas en el asunto en serio, como por ejemplo la reforma profunda de las Fuerzas Armadas que yo la propuse hace 21 años, que fue el cuerpo del delito por el cual estuve encarcelado 9 años”, destacó.

Algunas de sus propuestas son crear un secretario de defensa civil; la conjunción de las tres Fuerzas Armadas en una sola secretaría; la abrogación del fuero de guerra; la reducción del gasto militar en México; la anulación de la división territorial en México, y terminar con las funciones de orden interno del Ejército.

El ex militar afirmó que el Ejército es una institución que desde la Revolución Mexicana nadie ha tocado.

“No se ha tomado una determinación directa contra los altos mandos (del Ejército), porque el poder público en México el único apoyo que tiene es la fuerza militar”, expuso.

Fuente: Reforma

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