El papa Francisco indicó este sábado que una visita a Ucrania, por invitación del presidente de ese país Volodimir Zelenski, estaba “sobre la mesa”.
Consultado por la prensa sobre un posible viaje a Ucrania en el avión que lo llevaba de Roma a Malta, el sumo pontífice respondió: “Sí, está sobre la mesa”, sin más precisiones.
Francisco, de 85, años, fue invitado por Zelenski para desempeñar el papel de mediador en las negociaciones entre Ucrania y Rusia y a visitar su país invadido por las tropas rusas desde finales de febrero. También fue invitado por el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, para “mostrar su compasión” con el pueblo ucraniano.
País de mayoría ortodoxa, Ucrania tiene una importante minoría greco-católica que se concentra en el oeste. Este grupo de confesión católica de rito oriental cuenta con unos 5,5 millones de fieles en la antigua república soviética, que tenía unos 37 millones de habitantes en los territorios controlados por Kiev, que no incluyen Crimea ni las zonas del este en poder de los separatistas prorrusos.
El papa fustiga los actos de “algún poderoso” encerrado en “intereses nacionalistas”
En visita al archipiélago mediterráneo de Malta, el papa no anduvo con vueltas este sábado por la mañana en un discurso pronunciado en La Valeta ante el presidente maltés George Vella y el cuerpo diplomático.
El papa Francisco condenó el sábado en Malta la actuación de “algún poderoso” encerrado en “intereses nacionalistas”, refiriéndose al “viento gélido de la guerra” procedente de “Europa del Este”.
Una vez más algún poderoso, tristemente encerrado en las anacrónicas pretensiones de intereses nacionalistas, provoca y fomenta conflictos, la gente común advierte la necesidad de construir un futuro que, o será juntos, o no será”.
Papa Francisco.
“Pensábamos que las invasiones de otros países, los brutales combates en las calles y las amenazas atómicas fueran oscuros recuerdos de un pasado lejano. Pero el viento gélido de la guerra, que sólo trae muerte, destrucción y odio, se ha abatido con prepotencia sobre la vida de muchos”, declaró el pontífice.
El papa, de 85 años, denunció también las “seducciones de la autocracia”, los “nuevos imperialismos” y la “agresión generalizada”, apuntando a quienes “avanzan para sus propios fines, en busca de espacios y zonas de influencia”.
Refiriéndose a los “refugiados de la martirizada Ucrania”, también pidió “respuestas globales y compartidas” a la “creciente emergencia migratoria”.
“La expansión de la emergencia migratoria –pensemos en los refugiados de la martirizada Ucrania– exige respuestas amplias y compartidas. No pueden cargar con todo el problema sólo algunos países, mientras otros permanecen indiferentes”, manifestó.
Unos minutos antes, Francisco había llegado en un papamóvil ante la ovación de unas 2.000 personas reunidas en la plaza del palacio, a las que luego bendijo desde el balcón.
Fuente: El Mundo