Lo hizo mediante una carta abierta “al Pueblo de Dios” que publica este lunes la Santa Sede.
“Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas”, afirmó el Pontífice.
También destacó la relevancia de admitir y condenar los hechos y dijo que los católicos laicos deben implicarse en los esfuerzos para eliminar abusos y encubrimientos.
Francisco criticó la cultura clerical por la que los líderes de la Iglesia estaban más preocupados por su reputación que por la seguridad de los menores.
“Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables.”
La carta “al Pueblo de Dios” es un documento que rara vez se emplea. Sale a la luz antes del viaje del Pontífice a Irlanda y después de que se hiciera público un informe con los nombres de más de 300 sacerdotes que abusaron de menores en Pensilvania, Estados Unidos. Las víctimas rondan el millar de personas.
El Vaticano dijo la semana pasada que sentía “vergüenza y dolor”por lo ocurrido. Hoy Francisco insistió: “Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos”.
Desde hace décadas se acusa a la Iglesia católica de no castigar a los curas pederastas y de ocultar sus crímenes.
El Papa prometió “tolerancia cero“. Recientemente surgieron varios escándalos como el en Chile, donde aceptó la renuncia de 5 de sus 33 obispos por el encubrimiento de abusos.
Fuente: DPA, EFE y AP.