Papa dice NO a liberar drogas

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El papa Francisco se pronunció en contra de la liberalización del consumo de drogas y aseguró que de esa manera no se conseguirá reducir el número de dependientes, una posición con la que coincidieron algunos expertos en Latinoamérica.

“La plaga del narcotráfico, que favorece la violencia y siembra dolor y muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad”, dijo el santo padre durante una visita a un ala que atiende a consumidores de drogas en un hospital de Rio de Janeiro.

“No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química”, advirtió.

Agregó el problema debe ser atacado de raíz “promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro”.

Se trata de un pronunciamiento inédito por parte de Francisco, quien sólo había mencionado acerca del tema antes y de manera general. Pero además fue una declaración política inusual para el jefe de la iglesia Católica, cuyos predecesores se habían mantenido al margen de este asunto.

Expertos en América Latina coincidieron con el Papa en la necesidad combatir las causas sociales que han provocado marginación y exclusión y en consecuencia la drogadicción en la región.

“Sin embargo, creemos que ciertas políticas que se han adoptado en la región van en un sentido opuesto, porque lo que hacen es excluir o alejar a las personas de ciertos ámbitos que pueden ayudarlas a mejorar su calidad de vida”, dijo Pablo Cymerman, responsable del área de relaciones institucionales de Intercambios, una asociación civil para el estudio y atención de problemas relacionados con las drogas en Argentina.

Para el experto, “sería muy bueno” que el papa pudiera apoyar políticas en un sentido contrario porque “tiene poder para influir a las personas con sus preceptos”.

“Lamentablemente, los recursos de la justicia muchas veces ponen el acento en castigar y en penalizar a personas que deberíamos ayudar y no utiliza los recursos para enfocar sus acciones sobre los que deberían estar encarcelados”, señaló.

En Argentina, la Corte Suprema de Justicia en 2009 declaró inconstitucional la norma que sanciona penalmente la tenencia de drogas para consumo personal. Sin embargo, la legislación vigente sobre estupefacientes data de hace 20 años y el Congreso todavía no debatió una reforma que se adapte al nuevo escenario.

La directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del consumo de Drogas y Alcohol en Chile, dependiente del Ministerio del Interior, dijo a la AP que se sienten “muy identificados con las palabras del Papa Francisco. “Creemos que la pelea hay que darla de frente, comprometiendo el esfuerzo y los recursos para prevenir, ayudar y dar nuevas oportunidades a quienes sufren por las drogas”.

En Chile está despenalizado el consumo privado, pero se castiga la producción, comercialización y el consumo público de drogas.

En mayo pasado, la Organización de los Estados Americanos presentó en Bogotá un informe que plantea cuatro posibles escenarios, a aplicar hasta 2025, para enfrentar el consumo de drogas.

Aunque el documento de la OEA no tocó uno de los asuntos más sensibles y debatidos, la legalización del consumo de cocaína y marihuana, en su análisis menciona que “la despenalización” debe ser considerada en la base de cualquier estrategia de salud pública.

Las “medidas restrictivas de libertad son antagónicas de este enfoque y sólo deberían usarse cuando esté en riesgo la vida del adicto o cuando su conducta constituya un riesgo para la sociedad”, indicó la OEA en su estudio, que fue elaborado por mandato de los jefes de Estado miembros de la organización en 2012.

A su llegada al Hospital San Francisco de Asís, al norte de Rio, el pontífice entró caminando al edificio y se detuvo a saludar de cerca a los fieles y pacientes que lo esperaban a la entrada del recinto.

Luego recorrió el ala que fue inaugurada por el pontífice con 40 camas, donde son atendidos los drogadictos.

Durante los discursos de bienvenida y los testimonios de algunos pacientes, Francisco lució cansado, y por momentos cerraba los ojos.

“Tendamos la mano a quien se encuentra en dificultad, al que ha caído en el abismo de la dependencia, tal vez sin saber cómo y decirle: (asterisk)Puedes levantarte, puedes remontar; te costará, pero puedes conseguirlo si de verdad lo quieres(asterisk)”, dijo el papa. “Pero nunca están solos. La iglesia y muchas personas están con ustedes. Miren con confianza hacia adelante, su travesía es larga y fatigosa, pero miren adelante… Quisiera repetirles a todos ustedes: No se dejen robar la esperanza”.

A cada uno de los pacientes, pero de forma especial “a tantos otros que no han tenido el valor de emprender el mismo camino” les diría: “Tú eres el protagonista de la subida, esta es la condición indispensable. Encontrarás la mano tendida de quien te quiere ayudar, pero nadie puede subir por ti”, dijo el papa.

En esta parte del hospital, que funciona oficialmente desde los años 80, fue construida con un aporte de 2,6 millones de dólares entregados por la Conferencia Episcopal Italiana, según explicó su director ejecutivo, Italo Marsili.

“El papa me convidó a participar en esta celebración… Es una oportunidad única en la vida”, dijo a The Associated Press Renato Basilio de Almeida, un hombre alto de 38 años y adicto al crack, que vino de un hospital del estado de Sao Paulo. “Las historias (de todos los internos) son las mismas. Las personas entran en esto (las drogas) porque están mal, no tienen esperanza. Yo comencé de verdad con las drogas porque no me gustaba a mí mismo”.

“El hospital cuenta en total con 600 camas y el plan para la zona de atención de los dependientes de sustancias químicas es ampliarla este mismo año a 80 camas”, agregó Marsili, al explicar porque el proyecto fue escogido como sitio de visita por el papa, entre más de un centenar.

“El papa nos ha elegido a nosotros nos parece (porque) nosotros somos un órgano de asistencia a la salud, tenemos el nombre de Francisco, como él, entonces nosotros acreditamos que hay algo de una identificación con la misión apostólica de su pontificado con nuestra misión asistencial”, había dicho Marsili a reporteros en la semana.

Fuente: AP

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