El ‘Día de la Ira’ contra Israel, convocado por las facciones Hamas, Yihad Islámica y Al Fatah, ha empezado antes de lo previsto.
Tras una semana de ataques con cuchilos y enfrentamientos armados, esta madrugada centenares de palestinos han quemado el complejo de la Tumba de José, en la ciudad palestina de Nablús, al norte de Cisjordania.
Las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina consiguieron apagar el incendio y dispersar a los atacantes encapuchados que habían irrumpido en un recinto que ha quedado seriamente dañado.
El santuario, situado en la zona A de Cisjordania, está bajo control civil y de seguridad de la ANP. Las fuerzas palestinas e israelíes suelen coordinar la entrada de fieles judíos para rezar en el lugar.
“Es un acto salvaje de los palestinos contra un lugar sagrado para el pueblo judío y todo el mundo. Este ataque demuestra una vez más que debe estar protegido por las fuerzas de seguridad israelíes y no de la Autoridad Palestina que alienta el terror”, denuncia Yossi Dagan, uno de los líderes de los colonos en el norte de Cisjordania.
Ante la ola de ataques y disturbios iniciados el pasado 1 de octubre que ha provocado la muerte de 34 palestinos (entre ellos la mitad fueron abatidos en sus ataques, en su mayoría con apuñalamientos) y siete israelíes, Israel se encuentra este ‘Viernes de la Ira’ en estado de máxima alerta.
El presidente palestino, Abu Mazen, ha condenado el “irresponsable e inaceptable”ataque contra el recinto religioso en una zona bajo su control y ha anunciado la apertura de una investigación.
“El incendio de la Tumba de José enseña lo que podría pasar si los Lugares Santos de Jerusalén no estuvieran bajo control israelí y serían entregados a los palestinos”, afirma el director general del ministerio de Exteriores Dori Gold a la emisora pública.
Fuente: El Mundo