El director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Mario Patrón, informó que la Conferencia del Episcopado Mexicano hizo una “propuesta generosa” para que los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos tengan tres lugares en la misa que el Papa Francisco oficiará en Ciudad Juárez, Chihuahua, pero no hay nada más sobre una posible reunión.
No obstante, el abogado de los padres, Vidulfo Rosales, señaló que rechazaron esa invitación porque consideran que en el encuentro con Jorge Bergoglio deberían de estar presentes todos los afectados y no sólo una representación mínima.
“Los padres quieren estar los 43 completos. El traslado y la estadía allá en Juárez es muy costoso, y se ha optado por hacer todas las gestiones posibles por un encuentro en la Ciudad de México, fuera de la agenda formal. Eso se estará definiendo entre hoy y mañana”, aseguró en entrevista con Grupo Imagen.
Por separado, Mario Patrón afirmó que continúan en pláticas con el Episcopado y el equipo de El Vaticano, porque hay dos rieles relacionados con la visita del Papa: su agenda formal, que es un consenso en el contexto de una visita de Estado entre el gobierno federal mexicano y El Vaticano, y su agenda privada.
“Los padres y madres de los 43 estudiantes nos han pedido que hagamos todos los esfuerzos posibles para ver la oportunidad de que pudiesen saludar al santo padre, y en ese trabajo estamos”, precisó en entrevista con Radio Fórmula.
Luego de señalar que están muy agradecidos con el Episcopado en relación con el diálogo fluido, añadió: “Estamos a la espera de próximas respuestas, esperemos que en los próximos días podamos concretar, esa es la esperanza de los padres, la oportunidad de que lo puedan ver (al Papa) al menos unos minutos”.
Prosiguió: “Nos parece muy relevante que el Papa no pase ajeno a la realidad actual del país, particularmente en materia de derechos humanos”.
Y destacó que en 2015 México fue sometido a la supervisión internacional de cuatro organismos que dan cuenta que el país tiene actualmente “una crisis en materia de derechos humanos”.
En ese sentido, consideró que Ayotzinapa es un caso paradigmático, es una de las mayores violaciones de derechos humanos en el México contemporáneo “y por eso consideramos que sería fundamental la oportunidad de ver unos minutos” al máximo jerarca de la Iglesia católica.
Fuente: Proceso
