Padres de 43 estudiantes desaparecidos en México han puesto en marcha este jueves tres caravanas que recorrerán el país para exigir a las autoridades que los encuentren con vida, rechazando la investigación oficial que apunta a que fueron masacrados.
“Está encendida la llama de la insurgencia civil”, dijo Felipe de la Cruz, uno de los padres de familia, durante una conferencia de prensa concedida en la escuela rural para maestros a la que asistían los jóvenes desaparecidos, ubicada en la comunidad de Ayotzinapa, (Guerrero, sur), a 290 km al sur de la capital mexicana.
“El objetivo es decirle a la gente que seguiremos exigiéndole al gobierno que los encuentre, que para nosotros todos están vivos y que debe seguir con la búsqueda”, explicó a la AFP antes de la conferencia Epifanio Álvarez, padre de uno de los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala.
Los recorridos concluirán el 20 de noviembre en Ciudad de México.
La caravana denominada Brigada Nacional de los 43 Desaparecidos tendrá tres divisiones, cada una bautizada con el nombre de un estudiante.
Una de ellas, denominada Julio César Ramírez Montes recorrerá los estados de Michoacán, Jalisco (oeste), Zacatecas y Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos.
A los estados de Morelos, Tlaxcala (centro) y Chiapas, colindante con Guatemala, irá la caravana Daniel Solís Gallardo.
La tercera, llamada Julio César Ramírez Nava, recorrerá los municipios de Guerrero de Tlapa, San Luis Acatlán, Ayutla, Tecoanapa, Zihuatanejo, Atoyac y Acapulco.
Con los padres de familia viajarán compañeros de aula de los desaparecidos y estudiantes de otras escuelas de maestros, quienes efectuarán mítines en algunas ciudades para “pedir a la población su apoyo para encontrar a los jóvenes”, dijo uno de los miembros del Comité Directivo Estudiantil de la Escuela Normal de Ayotzinapa.
Las caravanas se efectuarán en el marco de una serie de protestas que se han endurecido desde que la fiscalía anunció el viernes que, según sicarios detenidos, los 43 jóvenes fueron asesinados, sus cadáveres incinerados en un basurero de Cocula, vecina de Iguala, y los restos arrojados a un río.
Las familias rechazan esa versión y se apegan a la investigación que realizan un grupo de forenses argentinos.
La fiscalía anunció el envío de los restos encontrados en Cocula a un prestigioso laboratorio de la Universidad de Innsbruck (Austria) para efectuarles análisis de ADN.
Fuente: AFP