La detención del ‘Chapo’ y la liberación de Caro Quintero son la prueba de un pacto entre cárteles y la administración de Enrique Peña Nieto para poner fin a la violencia coinciden dos ex funcionarios de la DEA, quienes advierten sobre la posible refundación de la Federación del Narco mexicano que operaba a fines del siglo pasado…
Por Guadalupe Parada/ Norte de Juárez
La detención del “Chapo” Guzmán obedece a la creación de una nueva federación pacífica entre narcotraficantes que terminará con la violencia, brutalidad e impunidad que estos grupos han ejercido los últimos años en México.
Se trata de un pacto entre narcos y el gobierno de Enrique Peña Nieto, aseguran los ex agentes del Departamento Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Phil Jordan y Héctor Berrellez.
Berrellez, jefe del grupo Operación Leyenda, que investigó el secuestro, tortura y muerte del agente Enrique Camarena, en entrevista exclusiva a NORTE, insiste en que la captura de Guzmán obedece a un pacto entre el gobierno federal y el cártel de Sinaloa.
“Esto se veía venir desde la liberación de Rafael Caro Quintero, un capo de capos”, observa.
Phil Jordan, ex director de Inteligencia en El Paso, confirma que la detención de “El Chapo” es una alianza entre narcotráficantes y la administración priísta federal.
Es muy sospechosa la detención sin violencia de Guzmán Loera, dice, al igual que la liberación de Caro Quintero.
Entre risas que se confunden con la incredulidad y el sarcasmo asegura que el “Chapo” tenía más “guardias” que Peña Nieto y el presidente de Estados Unidos juntos.
“Es imposible creer que el gobierno mexicano no supiera de esto; es como si dijeran que Obama nada sabía de la captura y asesinato de Osama Bin Laden”.
“Estamos diciendo que salió libre uno de los perros con más rabia en el mundo”, dice en alusión a Quintero, quien estuvo relacionado con la muerte de Camarena, agrega.
El ex agente del Departamento Estadounidense Antidrogas Héctor Berrellez asegura que Caro Quintero fue liberado porque es el único que tiene el poder de crear y controlar la nueva federación, sometiendo a los actuales líderes del tráfico de drogas, pues muchos de ellos fueron sus mandaderos.
Señala que las autoridades mexicanas advirtieron al “capo de capos”: “Te vamos a soltar pero tú vas a controlar la violencia, ya no queremos más sangre, puedes hacer lo que quieras, vender droga aquí, allá, pero no más actos criminales ni sangre derramada”.
Cuando arrestaron a Ernesto Fonseca y a Caro Quintero, le dejaron el reino a cuatro personas: Ismael, “El Mayo Zambada”; Juan José Esparragoza Moreno, el “Azul”; Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” y “Amadito” Carrillo Fuentes. Pero la condición era que si salían iban a tomar el reino.
A decir de Berrellez, el futuro en materia de seguridad no sólo de México, sino de Ciudad Juárez es de una época de calma; la detención del “Chapo” es positiva, los índices de violencia y criminalidad se verán reducidos.
El arresto es un claro mensaje que la administración de Enrique Peña Nieto envía a los cárteles de la droga, de cero tolerancia a los actos criminales y sangrientos.
“Para Ciudad Juárez, viene una época de tranquilidad y paz, los ciudadanos deben de estar más tranquilos”, agrega.
El ex director de inteligencia de la DEA en El Paso Phil Jordan coincide con la opinión del ex agente, en el sentido de que la ciudad, va a tener un periodo de tranquilidad.
Considera al cártel de Juárez como poderoso y descarta que e vaya a dar una lucha de poderes por el dominio de la plaza.
“El narcotráfico para mí regresa a como era antes, durante los años 85 ó 90; dónde había una Federación y los narcos trabajaban juntos; en la época en que Rafael Guajardo Aguilar era el que manejaba todo el Golfo; Amado Carrillo Fuentes, Chihuahua; todos tenían sus plazas y no peleaban; había un gran respeto no sólo entre ellos, sino para el pueblo de México”, dice Berrellez.
Las venganzas y muertes eran sólo entre ellos; ejemplo de ello, cita el asesinato de la esposa del “Güero” Palma, al que le enviaron la cabeza de su esposa en una caja, y todo quedó entre ellos, sin desatarse sangrientas venganzas.
Pero con el tiempo se fueron fundando otros grupos, como la Familia Michoacana; ellos comenzaron a no respetar a la Federación y a generar problemas; el hecho de que le matarán dos hijos a “El Chapo” Guzmán, lo convirtió en un psicópata sanguinario que para vengarse se dedicó a horrorizar al enemigo.
Decapitó y desmembró seres humanos y eso nunca se había visto en la historia de México, de asesinar con tanta saña y brutalidad, pero esto también puso al país a la vista a nivel mundial, como un país retrasado, recuerda.
“La gente dice que los mexicanos son peor que los talibanes; y el impacto negativo se pagó en la economía, seguridad y turismo del país; la gente tiene miedo de visitar México sus ciudades, y sus playas”, menciona.
Todo puso a México globalmente como un país muy tremendo un país muy sucio, muy corrupto, incluso se dice que los mexicanos son peor que los talibanes cuando se trata de sanguinarios y asesinos, señala.
“A México no le gustó y por eso para mi criterio y en base a las fuentes de información que todavía manejo en México, el ‘Chapo’ tenía que caer”, dice Berellez .
Guzmán Loera sabía que lo iban a detener; tenía ya unos tres meses que el gobierno de México le había dejado sin “protección” y con la amenaza de que si ponía resistencia a su detención y encarcelamiento, iba a morir, relata.
“El líder del cártel de Sinaloa siempre traía una escolta de protección de 200 a 300 hombres; entre militares y federales; y debido a sus tendencias sanguinarias y violentas, se decidió que ya no iba a ser protegido (…), pues le dijeron: ‘o entras a la cárcel o vas a morir porque te vamos a quitar toda la escolta’”, dijo el líder del grupo de Operación Leyenda.
Joaquín “Chapo” Guzmán Loera, quien enfrenta en Estados Unidos acusaciones de narcotráfico, “lavado” de dinero, conspiración para cometer asesinatos, entre otros delitos, fue detenido hace una semana; en una operación en la que, según revelaron las autoridades, no fue necesario disparar un solo tiro.
Para el agente encargado de resolver el caso de Enrique Camarena Salazar, Héctor Berrellez, luego del asesinato de éste en Guadalajara en 1985 se confirmó que había un arreglo previo entre las autoridades mexicanas y el narcotraficante más buscado del mundo.
“El Chapo estuvo presente en el lugar donde ‘Kiki’ Camarena fue torturado investigado y finado; en ese tiempo, Guzmán Loera era solo un mandadero; un pistolero, un sicario de Ernesto Fonseca Carrillo, en aquel tiempo ni siquiera era mencionado, era nada”.
En base a las pláticas que mantiene con testigos que están bajo protección del gobierno de Estados Unidos; pero que también han testificado en el caso Camarena, han dicho que “Chapo” estuvo presente en el interrogatorio a “Kiki”, cuando denunció al piloto Alfredo Zavala Aguilar como su informarte”.
Señalaron también que un grupo dirigido por Miguel Pérez Gallardo, fue hasta el aeropuerto para capturar al piloto, entre ellos iba el ahora famoso Joaquín Guzmán Loera, y este dato es el argumento medinate el cual Estados Unidos busca ponerle cargos por conspiración, homicidio y solicitar su extradición, dice Berrellez.
Phil Jordan asegura que esto es grande porque en Estados Unidos si matan a alguien lo pueden juzgar hasta 50 años después de ocurrido el homicidio.
“El Chapo debe ser juzgado por la muerte de ‘Kiki’ Camarena”, dice.
Pese a todo, los ex funcionarios de la DEA aseguran no creer que el “Chapo” vaya a ser extraditado porque el gobierno de México no lo hizo con Caro Quintero, ni con Fonseca Carrillo.
“A mi criterio que el ‘Chapo’ va a salir en dos o tres años; sólo va a cumplir la sentencia que tiene pendiente y le fincarán uno o dos cargos por haberse fugado y ahí va a terminar todo”, dice Berrellez.
La prueba de que el gobierno mexicano tiene la voluntad y la herramienta jurídica para hacer valer la ley, se dará si ejerce el poder de confiscar todos los bienes a narcotráficante, sus haciendas, restaurantes, hoteles, ranchos, autos, ganado, helicópteros y su millonaria fortuna, además de extraditarlo a Estados Unidos.
“Sólo así México daría la confianza y credibilidad de que va duro contra el narco”, opinó.
“El presunto pacto debe incluir no ser extraditado a los Estados Unidos, país que ya ha expresado su intención de reclamar al ‘Chapo’ para juzgarlo por los numerosos cargos que pesan en su contra en este país”, señala.
“Cómo es que agarran al narco más grande y poderoso del mundo, con más poder económico que Pablo Escobar, como un ratón, solo con su esposa y sus hijos, sin disparar un solo tiro. Eso es un arreglo (…) Si no, hubiera sido una gran balacera”, cuestiona.
“Para mí el arresto fue pura faramalla, un pacto; los capos de México gozan de una tremenda protección por parte del gobierno mexicano”, dice.
Ahora el ‘Chapo’ ha sido encerrado en el penal de máxima seguridad, en el Estado de México, deberá de terminar de purgar su condena a 12 años de prisión por cohecho cuyo cumplimiento quedó interrumpido cuando huyó de la cárcel en 2001; donde cubrió sólo 9 años y dos meses; en unos dos años va a salir, indica.
“Vamos a ver que Guzmán Loera va a salir, pero ya no será el capo que es hoy; porque el gobierno ya no tiene tolerancia a la violencia, el pueblo mexicano está harto de tanta sangre”, insiste.
Un ejemplo de esto es lo que está sucediendo en Michoacán contra los Templarios; la gente ya está harta de ellos y está defendiéndose y levantándose en armas, no aguantan, extorsiones, rapto de niñas, jovencitas, asesinatos y secuestros; esto el Presidente y el gobierno de México ya lo saben.
Desde El Paso se dió ubicación del “Chapo”
El grupo de las Fuerzas de Trabajo denominado “Task Force” del grupo de Militares de Estados Unidos concentradas en Fort Bliss de El Paso, ayudó a México en espionaje, para la ubicación del “Chapo”, confirma Héctor Berellez.
Lo anterior ante los rumores y las dudas de que agentes estadounidenses ayudaron en la captura del líder del cártel de Sinaloa.
“Tenemos conocimiento y veracidad de que el grupo de militares estadounidenses apoyó al gobierno mexicano, pero su intervención se dio sólo con técnicas de tecnología y espionaje; nadie sabia que el ‘Chapo’ estaba con su familia”.
“Estados Unidos ayudó en la intervención de llamadas, triangularon éstas para dar con la ubicación exacta de Guzmán; que lo ubicó en su país, en su tierra natal al lado de su familia”, dice.
“Esa fue sólo la ayuda que se brindó, no se cruzó ni gente, ni militares, ni nada; la capacitad que tenemos en Estados Unidos es tremendamente especial para realizar un operativo de tal magnitud y relevancia; estamos hablando del hombre más buscado del mundo”, asegura.
Las consecuencias de no ser extraditado
A decir de Héctor Berrellez, los impactos de la detención del líder de Sinaloa en México son buenos y positivos.
A Guzmán ya no lo van a dejar; ya no va a tener el nivel ni poder que tuvo hasta ahora; el gobierno lo va a mantener controlado, dice.
“Si le quitan todo y lo extraditan, va a tener un impacto tremendo; eso es como si la administración de Enrique Peña Nieto fuera realmente en serio contra el narcotráfico; pero la detención de Guzmán se debe de analizar más a fondo poniendo sobre la mesa los diferentes escenarios”, menciona Berrellez
Asegura que de ello depende poder generar y mantener los equilibrios principalmente en la seguridad de México; y se deben de seguir tres pasos; agarrarlo, inhibirlo y extraditarlo.
Pero la extradición también tendría serias y graves consecuencias si estamos en el entendido de que el gobierno de México pactó la detención pacífica, asegura el ex agente de la DEA.
“Si el gobierno se pone estricto, los narcos van a pelear y los actos serían catastróficos; la extradición de Guzmán puede desatar el levantamiento de los altos narcos que pueden tomarlo como una ‘traición’ por parte del gobierno; por no respetar el pacto y se desataría una matanza peor a la que realizó Pablo Escobar en Colombia”.
“Los narcos mexicanos comenzarían una guerra cruel y sangrienta contra el gobierno; hablamos de que se mataría a gobernadores, jueces, políticos, y policías y se generaría un horror peor del que ha tenido que enfrentar el pueblo de México”, dice.
El ex director de Inteligencia de la DEA en El Paso, Phil Jordan, dice ser respetuoso de las leyes de México y de Estados Unidos, aunque la extradición ayudaría mucho a México hasta en cuestión económica; pues Estados Unidos le brindaría su ayuda para continuar su lucha contra el tráfico de drogas pero de no hacerlo esto se vería en detrimento del país.
“Se sabe que el ‘Chapo’ tiene mucho dinero y conexiones y aunque esté detenido en una cárcel de máxima seguridad, puede correr cualquier negocio; eso se hacen los detenidos desde las cárceles mexicanas”, dice Jordan.
El que fuera compañero de Camarena, dice que desde que mataron a “Kiki” se puso al descubierto la corrupción.
“Con todo el dinero que tiene el ‘Chapo’ no lo van a enviar a EU, tiene muchas conexiones políticas y tiene mucha gente que está al lado de él brindándole protección política”.
Phil Jordan sostiene que desde el pasado, el PRI ha tenido una “relación de cama” con el narcotráfico, y advierte que “si Joaquín el ‘Chapo’ Guzmán se queda en México detenido, al tiempo lo van a dejar que escape”.
Intuye que en la relación entre el cártel de Sinaloa y el PRI “algo se rompió”, porque durante años el capo “pagó millones” para no ser arrestado.
Y sostuvo que el cártel de Sinaloa pagó dinero a las campañas del PRI, entre ellas la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
“Está documentado en las campañas pasadas del PRI. El ‘Chapo’, Caro Quintero, todos le dieron dinero a quien estaba corriendo para Presidente. Yo no tengo los papeles pero hay reportes de inteligencia que indican que el Cártel de Sinaloa está muy metido en la política”, concluye.
Fuente: Norte de Ciudad Juárez