La mexicana Mónica Olivia Rodríguez y su guía, Kevin Aguilar, se coronaron campeones paralímpicos en los Juegos de Tokio en la prueba de mil 500, clase T11, de personas con debilidad visual, en los que además pulverizaron el récord del mundo.
Mónica y Kevin dominaron la carrera desde el principio y, con autoridad, llegaron a meta en un tiempo de 4:37.40, seguidos a más de tres segundos por la pareja sudafricana formada por Louzanne Coetzee y Erasmus Badenhorst, que fueron plata. El bronce se lo llevó la keniana Nancy Chelangat y su guía Geoffrey Kiplangat Rotich.
“He corrido muy segura, decidida y fuerte. Me he sentido bastante bien y ahora tras la victoria me faltan las palabras para expresar lo que siento. Me visualicé logrando la victoria porque los últimos entrenamientos fueron bastante buenos y no terminé rendida como otras veces”, dijo la atleta de Jalisco de 32 años.
Con un gran dominio de principio a fin, Mónica y Kevin lograron poner el nombre de México en lo más alto del olimpo y entonar el himno nacional por tercera vez en Tokio 2020.
Mónica, que perdió la visión como resultado del retinoblastoma, una forma de cáncer que afecta la retina, se consagra en Tokio con esta medalla que se une al triunfo que obtuvo en el Mundial de Dubai de 2019 en la misma categoría.
El triunfo sobre la pista del Estadio Olímpico de Tokio llegó, además, acompañado de récord del mundo, puesto que el tiempo registrado en meta de 4:37.40 mejora el obtenido (4:38.92) por la china Jin Zheng en los Juegos de Río de Janeiro.
La medalla de Mónica Rodríguez y Kevin Aguilar supone la número cien de México en los Juegos Paralímpicos.
Fuente: EFE/ El Financiero