Ayer un juez federal determinó que el gobierno de una ciudad neomexiquense debe retirar del jardín situado en el frente del ayuntamiento de Bloomfield un monumento que tiene los 10 mandamientos grabados.
El juez federal de distrito James A. Parker manifestó en su fallo sobre la demanda interpuesta por la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) que el monumento equivale a pronunciamiento gubernamental y tiene el “efecto principal de avalar la religión”.
Debido al contexto y la historia en torno al monumento de granito, Parker dijo que Bloomfield había violado claramente la Cláusula de Establecimiento de la Primera Enmienda. El juez dio el 10 de septiembre como plazo para quitar la pieza.
La demanda se interpuso en el 2012 a nombre de dos habitantes de Bloomfield que practican la religión wicca.
Peter Simonson, director ejecutivo en Nuevo México del ACLU, consideró la decisión una victoria para la protección contra la religión apoyada por el Gobierno.
“Nosotros respaldamos firmemente el derecho de las personas, los grupos religiosos y las asociaciones comunitarias a exhibir públicamente monumentos religiosos, pero el Gobierno no debe dedicarse a elegir cuáles conjuntos de creencias religiosas deben estar en el Ayuntamiento”, dijo este viernes Simonson.
De acuerdo con testimonios judiciales previos, la demandante Jane Félix comentó que la pieza “dice que cualquiera que no esté de acuerdo con este monumento en terrenos del gobierno de la ciudad es un fuereño”.
El monumento “no tiene nada qué hacer en propiedades del Ayuntamiento”, manifestó Félix en marzo.
Los representantes legales del Gobierno de la ciudad dicen que unas personas erigieron y pagaron la pieza de acuerdo con una resolución municipal del 2007. La resolución permite a la gente erigir monumentos históricos de su elección.
El alcalde de Bloomfield Scott Eckstein se dijo sorprendido de que el juez fallara contra “un documento histórico”.
“Desde el principio la intención fue que el jardín se usara para propósitos históricos, y eso fue sobre lo que votó el cabildo”, dijo Ekcstein al Daily Times.
El Gobierno de la ciudad dispone de 30 días para apelar. El representante legal municipal Ryan Lane señaló que revisará la opinión y dirá al cabildo si existen bases para la apelación.
El monumento de seis pies (1.83 metros) de altura fue construido en el 2011 por un exregidor del Gobierno de la Ciudad y pesa tres mil libras (mil 360 kilogramos).
Fuente: AP