Gabirel Everardo Zul, un ex pandillero, fue ordenado como sacerdote dentro del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Apodaca, en Nuevo León.
Las rejas se abrieron para que reclusos asistieran a la que es la primera ordenación en un centro penitenciario en la historia de México.
La ceremonia fue realizada en las instalaciones del penal, donde el ex pandillero ejercerá el oficio católico. Para ser reconocido como presbítero, tuvo que recibir formación por una década.
Fue oficiada por Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey. En ésta, dos internos leyeron alguna líneas en la misa concelebrada por los Obispos Auxiliares Óscar Tamez y Heriberto Cavazos.
“En cierto modo, este lugar es la Catedral de Monterrey que se traspasa a este edificio porque donde está la Iglesia está la Eucaristía y donde está la Eucaristía está el sacerdote”, indicó el Arzobispo regio.
Al nuevo sacerdote se le pidió mirar lejos con esperanza, amar sin exclusiones y celebrar la Eucaristía.
El Arzobispo aseguró que el amor no es excluyente, no condena, ni es prejuiciado.
“Ánimo, Gabirel, Dios pone en tus manos tesoros inimaginables”, expuso.
Su padre, Andrés Zul Belmares -de 70 años y pensionado- se dijo orgulloso de él y vio este acto como un triunfo.
Su mamá, Magdalena Mejía Bernal, de 67 años, dijo que ahora que su hijo está en los caminos de Dios hay menos problemas en su casa y que ellos cada vez son mejores “porque no nos serviría de nada que él anduviera en eso y nosotros en lo mismo”.
Al terminar la eucaristía, el nuevo presbítero repartió biblias y rosarios a los internos. Los artículos religiosos fueron donados por los invitados del padre Gabirel, quien estará al servicio de los centros penitenciarios.
Fuente: Reforma