El Tribunal Electoral ordenó al INE sancionar al gobernador de Veracruz, Javier Duarte, y a tres de sus funcionarios, por haber acudido a un acto proselitista del entonces candidato Enrique Peña Nieto en un día hábil.
Con una votación dividida de 4 votos contra 3, la Sala Superior del Tribunal consideró que no basta con que los servidores públicos soliciten licencia a su cargo para evadir la prohibición que establece el artículo 134 de la Constitución.
Dicho artículo señala que los servidores públicos deberán abstenerse de desviar recursos públicos a favor de partidos o candidatos y de realizar acciones que afecten la neutralidad de las instituciones.
“La mera solicitud de licencia sin goce de sueldo, permiso u otra equiparable para realizar actividades de naturaleza privada, es insuficiente para generar una excepción a la regla general”, señala el proyecto presentado por el magistrado Salvador Nava.
El INE deberá votar una nueva resolución en la que se proponga sancionar al Mandatario veracruzano y a sus entonces funcionarios Gabriel Deantes Ramos, ex subsecretario de Finanzas y Jorge Alejandro Carballo Delfín, ex diputado y actual secretario particular del gobernador Duarte.
Los magistrados electorales debatieron sobre si el acto en cuestión, una comida celebrada en un salón sindical el 4 de abril de 2012, era público o privado.
También retomaron la discusión que se registró la semana pasada en el Instituto Nacional Electoral, en la que los consejeros de dicho órgano decidieron no sancionar a la ex Alcaldesa de Xalapa, pese a que asistió en un día hábil a un acto proselitista.
“¿Qué es lo que queremos? ¿Un modelo en donde las autoridades electorales estemos revisando la legalidad de los permisos y de las licencias?”, se cuestionó la magistrada María del Carmen Alanís.
“O queremos un modelo en el que, a partir del 134 constitucional se logre, finalmente, que los servidores públicos, que ni se les ocurra pedir una licencia, no tienen por qué aprovechar su investidura de servidores públicos para ir a apoyar actos proselitistas”.
Fuente: Reforma