El presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó a su gabinete a realizar las acciones legales y administrativas necesarias para que, antes de concluir 2020, el sistema de salud ofrezca atención médica gratuita en el tercer nivel de atención para la población no asegurada, lo que incluirá la cobertura de todo tipo de padecimientos y de medicamentos necesarios.
Luego de salir de una reunión de coordinación periódica de funcionarios del sector salud con el mandatario, en Palacio Nacional, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, indicó que la modificación de ley en materia de salud que establece la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) también define un plazo de 180 días para hacer modificaciones administrativas en la materia.
El objetivo de dichos cambios, dijo, es buscar la gratuidad, incluso del tercer nivel, mismos que se aplicarán a lo largo de 2020.
Recordó que el Seguro Popular nunca decidió incorporar “servicios costosos” y se limitó a pagar 66 gastos catastróficos, por lo que muchos otros tratamientos quedaron fuera, como el caso de hemodiálisis de personas con insuficiencia renal.
“Lo que vamos a hacer a lo largo de 2020, cuanto más rápido mejor, es que vamos a incorporar la cobertura de este tipo de servicios especializados para que la población no los pague, a la población no le va a costar”, agregó.
En este momento no está disponible el servicio médico gratuito para muchos de estos padecimientos, “pero lo que nos ha pedido el presidente es acelerar el paso, y el plazo máximo es durante 2020, para que al final del año, todos los servicios especializados que se dan en las unidades de salud, ‘primer, segundo o tercer nivel’, es decir todo para la población no asegurada, sean garantizados de manera gratuita”, indicó el funcionario federal.
Las modificaciones permitirán, por ejemplo, que la atención de muchos tipos de cáncer que hoy no son cubiertos puedan ser atendidos de manera gratuita.
Afirmó que, tras revisar los cálculos económicos, confirmaron el alto costo que tenía la corrupción, ya que, al combatir este delito, se genera la capacidad financiera para sostener la gratuidad.
“El dinero bien usado rinde a lo que tiene que dar; el dinero mal usado, que me refiero a la corrupción que imperaba en sexenios anteriores, rinde menos”.
Sobre la implementación del Insabi agregó que del fondo de protección para gastos catastróficos, -el cual precisó que no se ha desmantelado- se destinan recursos por 40 mil millones de pesos para el nuevo sistema en este año, lo cual permitirá contratar más personal médico y terminar con prácticas viciosas en las que, ante la existencia de equipos médicos obsoletos, se inclinaba el gobierno por la contratación de servicios privados que aumentaban los costos.
Fuente: La Jornada