Las fuerzas federales tenían tres objetivos el martes en la madrugada: “limpiar” el Ayuntamiento de manifestantes; asegurar vehículos robados y armas, y detener a uno de los líderes de ese movimiento. Ese cabecilla es Nicolás Sierra Santana, “El Coruco” o “El Gordo”, uno de los siete hermanos que encabezan a la organización de Los Viagras, una escisión de Los Caballeros Templarios y, de acuerdo con investigaciones federales, ligado a Guerreros Unidos.
El 24 de diciembre “El Gordo” habló ante medios de comunicación como comandante de la Fuerza Rural para demandar el apoyo de las fuerzas federales y detener a criminales que siguen operando en la región de Tierra Caliente.
Sierra Santana ha sostenido desde octubre pasado ante medios que Los Viagras no son un cártel ni un grupo armado y que son parte de la Fuerza Rural para combatir al crimen organizado, en específico a Los Caballeros Templarios.
“De mí pueden decir muchas cosas, que soy secuestrador, asesino, narcotraficante; me pueden llevar a cualquier comunidad o Municipio, y no habrá quien me señalé como que yo lo haya perjudicado”, indicó Sierra Santana.
“El Gordo” aclaró que no cuenta con ninguna investigación en su contra y que por eso es parte de los grupos de autodefensa desde 2013.
De hecho, se ha proclamado como uno de los más férreos perseguidores de Servando Gómez “La Tuta”.
También, mientras avanzó en 2014 a diversos pueblos, junto a Estanislao Beltrán, “Papá Pitufo”, para ampliar a las autodefensas, se dijo aguacatero y ganadero.
Codearse con Beltrán también hizo que “El Gordo” se reuniera con el Comisionado federal Alfredo Castillo.
Ese activismo lo llevó a ser parte de la Fuerza Rural.
Un hermano de este personaje fue grabado en un video junto a Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, actual líder del cártel de Los Caballeros Templarios.
En Apatzingán también elementos de Luis Antonio Torres, “El Americano”, preso por protagonizar un enfrentamiento con integrantes de la Fuerza Rural al mando de Hipólito Mora, han intentado disputar a Los Viagras el control de los patrullajes.
Sin embargo, Los Viagras lograron penetrar a esta ciudad, ante la mirada de soldados y federales.
El plan para desalojarlos implicó a unos 400 elementos de la Policía Federal.
Un efectivo de esa corporación aseguró que la operación fue planeada por el Ejército; sin embargo, en los videos dados a conocer por las autoridades sólo se aprecia a federales.
La madrugada del 6 de enero, las fuerzas federales arremetieron contra presuntos manifestantes, que pidieron apoyo vía radio para reforzar el plantón e impedir que los uniformados se llevaran sus vehículos.
Durante la acción más de un centenar de personas que apoyaban a Los Viagras escaparon en sus camionetas.
Un total de 44 personas fueron detenidas, varias de ellas de manera arbitraria y sin haber participado en la concentración a las afueras del Palacio Municipal.
“El Gordo”, revelaron los propios Viagras, se escabulló con sus escoltas.
Al final el operativo falló, y el grueso de Los Viagras por los que iba la Policía Federal continúa prófugo.
Fuente: Reforma