El canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó que la manifestación antigubernamental de ayer convocada por la oposición fue una “operación fallida”, y consideró que la jornada evidenció el “consenso mayoritario del pueblo de Cuba” y fue más bien “festiva” por el retorno del turismo internacional y de los niños a las escuelas.
La agencia de noticias Ap refirió que se reportaron más protestas en las redes sociales que en las calles, mientras Afp señaló que varios disidentes fueron detenidos.
Por la mañana, el presidente Miguel Díaz-Canel inauguró el reinicio del curso escolar en todo el país, con lo cual unos 700 mil niños de primaria retomaron sus clases. Hace algunas semanas alumnos de otros niveles regresaron a las aulas.
La reactivación de actividades se da luego de que la isla logró un control relativo de la pandemia de Covid-19 tras un rebrote ocasionado por la llegada de la variante delta al país a principios de año, que la llevó a registrar 9 mil nuevos casos diarios, que se han reducido a unos 400 actualmente.
Cuba es la única nación de América Latina que cuenta con vacunas de producción nacional –Abdala, Soberana Plus y Soberana 02– que también se han exportado a Irán, Venezuela, Nicaragua y Vietnam. Las autoridades informaron que más de 8 millones de personas, incluidos niños a partir de los dos años, ya fueron inmunizados con un esquema completo de tres dosis.
Mientras, en una inusual transmisión en directo por Facebook desde los jardines de la cancillería, Rodríguez aseguró la protesta convocada por la oposición fue una “operación fallida que se ha intentado articular desde Estados Unidos y ha sido un rotundo fracaso”.
El canciller ironizó sobre grupos anticastristas fuera de Cuba y las numerosas declaraciones de altos funcionarios estadunidenses que pidieron al gobierno respetar el derecho a la manifestación.
“Algunos de mis colegas en Washington se quedaron vestidos para la fiesta”, comentó el jefe de la diplomacia cubana.
Agregó que ayer fue un día festivo para Cuba, a pesar del intento opositor y de que Estados Unidos haya tratado de crear una “imagen artificial” de la isla.
“En Cuba ha sido un día feliz, de celebración merecida”, aseveró Rodríguez, y detalló que “decenas de vuelos” llegaron al país, ante la apertura de las fronteras.
El canciller se manifestó complacido de que la mañana empezara con el regreso de los niños de primaria a las escuelas, tras meses de cierre por la pandemia.
El gobierno cubano acusa a los integrantes de Archipiélago (que convocaron a la protesta de ayer) de estar entrenados y ser financiados por Washington.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, pidió antier a La Habana respeto a los derechos humanos de los cubanos y que les permitiera reunirse de manera pacífica.
Pero Rodríguez consideró que “el guion no ha sido bueno y la puesta en escena ha sido peor”.
Explicó que el trabajo de la prensa internacional sobre estos sucesos “ha sido una cobertura normal”, pero fustigó a “plataformas tóxicas” de las redes sociales por las informaciones que ofrecen sobre la isla.
Adelantó que en los próximos días presentará pruebas de la campaña fomentada desde Estados Unidos como parte de la guerra no convencional contra La Habana para incitar un clima de ingobernabilidad.
“Durante la jornada se evidenció el consenso mayoritario del pueblo de Cuba, el apoyo internacional a la isla y contra la política de aislamiento de Estados Unidos”, subrayó.
En tanto, Rusia denunció la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Cuba. Blinken “ha hecho una incendiaria declaración pública” y ha alentado a revertir el orden constitucional, acusó la cancillería en un comunicado.
“Condenamos tales acciones, quienes planean provocaciones contra Cuba no deberían olvidar el rechazo de la comunidad internacional al bloqueo estadunidense impuesto hace más de seis décadas”, añade el texto.
La agencia Ap relató que grupos de simpatizantes del gobierno tomaron plazas y parques para celebrar la reapertura de la isla tras 20 meses de restricciones por la pandemia, en momentos en que las protestas convocadas por el dramaturgo Yunio García no se realizaron y sólo se vieron en redes sociales.
Algunos activistas que hicieron pública su idea de manifestarse informaron que recibieron citaciones de la policía en días anteriores y que grupos progubernamentales les impidieron salir de sus casas en los últimos días, reportó Ap.
En La Habana, el cruce de las céntricas calles de Prado y Malecón –el punto acordado de concentración– lució tranquilo y con un moderado control policial, añadió la agencia de noticias.
Los organizadores pidieron a las personas que no pudieran salir colocar sábanas o prendas blancas en sus hogares, aplaudir a las tres de la tarde (hora prevista de la marcha) o sonar cacerolas, pero nada de esto sucedió.
Archipiélago reportó en Facebook el arresto de un miembro llamado Abdiel Pérez en Camagüey y manifestó que no podían contactar con su moderador en Las Tunas, Adrián Nápoles Capote.
La agencia Afp dio a conocer que fueron detenidos varios disidentes poco antes de la hora a la que estuvo convocada la frustrada protesta, entre ellos Manuel Cuesta Morua, vicepresidente del Consejo para la Transición Democrática, la líder de Damas de Blanco, Berta Soler, y su marido, Ángel Moya.
La Casa Blanca denunció que hubo represión para “silenciar” a manifestantes pacíficos. También hubo movilizaciones contra el gobierno cubano en algunas ciudades de Estados Unidos y Europa.
(AFP, Prensa Latina, Ap y Europa Press)