Estados Unidos escuchó el lunes una preocupación generalizada de otros gobiernos por el uso excesivo de la fuerza de parte de sus agentes del orden contra las minorías étnicas, al encarar al principal órgano de derechos humanos de la ONU para una revisión de su expediente.
Washington también escuchó llamados para que busque abolir la pena de muerte, siga adelante con el planeado cierre del centro de detención de Guantánamo y garantice salvaguardias eficaces contra los abusos en sus operaciones de espionaje en internet. Su comparecencia ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra es la segunda en la que se revisa la situación de los derechos en Estados Unidos, después de la primera, en 2010.
Los gobiernos de otros países, como México y Malasia, han presionado a Washington para que redoble esfuerzos para evitar que la policía abuse de su fuerza contra las minorías.
“Tenemos que volver a dedicarnos para asegurar que nuestras leyes de los derechos civiles estén a la altura de lo prometido”, dijo a los delegados el funcionario del Departamento de Justicia James Cadogan. Agregó que esto es particularmente importante en el ámbito de las prácticas policiales y recordó los resonados casos recientes de policías que mataron a hombres negros desarmados.
“Estos hechos nos retan a hacer mejor las cosas y trabajar más duro para el progreso, a través tanto del diálogo como de la acción”, dijo en la apertura de la sesión. Agregó que el gobierno tiene la autoridad para procesar a los agentes que “utilicen intencionalmente la fuerza excesiva” y que se han presentado cargos penales contra más de 400 agentes del orden público en los últimos seis años.
Varios gobiernos, entre ellos Brasil y Kenia, expresaron su preocupación por el alcance del espionaje de Estados Unidos a la luz de informes sobre las actividades de la Agencia de Seguridad Nacional.
David Bitkower, asistente del secretario de Justicia, respondió que “los programas y las actividades para la recolección de información de inteligencia de Estados Unidos están sujetos a mecanismos de supervisión estrictos y de varias capas”. Agregó que el país no recopila información para reprimir a la disidencia o para dar a las empresas estadounidenses una ventaja competitiva, y que existe “una supervisión amplia y eficaz para evitar abusos”.
Fuente: AP