El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, exigió este miércoles a la administración de Donald Trump que elimine el veto migratorio “lo antes posible” porque viola principios básicos y le recordó que, como cualquier país, Estados Unidos tiene la obligación de gestionar sus fronteras de una manera “responsable”. Desde la ONU se reitera que los miembros del organismo no pueden discriminar a las personas por su origen o fe religiosa.
“Los países tienen el derecho, pero también la obligación, de gestionar las fronteras de una manera responsable para evitar la infiltración de terroristas”, declaró el exprimer ministro portugués, al tiempo que consideró que “cualquier forma de discriminación relacionada con la religión, etnia o nacionalidad es contraria a los principios fundamentales y valores de nuestras sociedades”.
La orden ejecutiva firmada el viernes por Donald Trump afecta a nacionales de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. El veto estará en vigor durante 90 días y se lleva hasta 120 días para el caso de los refugiados, que en el caso de los sirios es indefinido. La medida provocó protestas por todo el mundo y está generando gran confusión, porque deja mucho margen a la interpretación.
Guterres se dirigió a la prensa a su regreso a Nueva York tras participar en la cumbre de la Unión Africana, en Etiopía. A diferencia de las declaraciones más genéricas que hizo en días pasados, esta vez si se refirió directamente al decreto que prohíbe la entrada a los ciudadanos de estos países de mayoría musulmana. La ONU considera que este tipo de acciones solo son eficaces si están apoyadas en datos de inteligencia creíbles sobre una potencial amenaza terrorista.
El secretario general de la ONU advirtió del riesgo que conlleva cuando estas medidas se adoptan “a ciegas”, porque este tipo de discriminaciones alimenta la ansiedad y la rabia que usan las organizaciones terroristas para reclutar adeptos. “Esta no es la mejor manera ni la más efectiva para proteger a EE UU o cualquier otro país del terrorismo”, insistió, al tiempo que recordó que “los refugiados viven una situación dramática y no tienen otra opción que buscar protección”.
Reasentamiento
El máximo responsable de la ONU estuvo al frente de la agencia del organismo para los refugiados. El reasentamiento de estas personas que huyen de sus países de origen, recordó, “es en muchas ocasiones la única solución” posible y valoró que EE UU fuera siempre en el pasado un ejemplo a la hora de darles asistencia, especialmente a los sirios. Por eso espera que Washington vuelva a esa política de generosidad. La ONU estima que hay 20.000 afectados por la prohibición.
Guterres se mostró muy firme así al exponer la doctrina que guía la labor de las Naciones Unidas en estas cuestiones. “Es obvio que esta no es la manera”, concluyó, al tiempo que admitió que la lucha contra la amenaza terrorista es de gran complejidad. “Si una organización terrorista global intenta atacar cualquier país, probablemente no vendrá con gente con pasaportes de países que son hoy zonas de conflicto”, valoró.
El secretario general reiteró, sin embargo, su compromiso para dialogar con la nueva administración estadounidense. El presidente Donald Trump prometió durante la campaña electoral abandonar el acuerdo global para combatir el cambio climático y se está planteando reducir su contribución financiera al organismo. Antonio Guterres recibió el lunes la credencial diplomática de la nueva embajadora ante la ONU, Nikki Haley. Calificó el primer encuentro de “constructivo”.
Guterres evitó hacer comentarios sobre las consecuencias que tendría un eventual repliegue financiero de EE UU, que es el principal contribuyente al presupuesto del organismo y las operaciones de paz. “Lo estoy haciendo es todo lo posible por demostrar el valor añadido de la ONU y el compromiso total con una reformas que son necesarias”, concluyó, de esta manera espera tener el respaldo de todos los miembros. No hay fecha cerrada para un encuentro con Trump.
Fuente: El País