El Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños dijo que la violencia armada, el narcotráfico y la lucha contra el crimen organizado en México han resultado en un alto número de decesos de menores, y lamentó el “alto número de desapariciones de niñas”, y “el alto número de feminicidios”.
También habló sobre “los asesinatos, secuestros, desapariciones, violencia sexual, explotación y abuso de menores inmigrantes”, y de ”los informes corroborados de que cientos de niños han sido víctimas de abuso sexual por parte de clérigos de la Iglesia católica”.
México se sometió al escrutinio del Comité los pasados 19 y 20 de mayo y este miércoles se conocieron las conclusiones del mismo.
Los expertos ponen especial énfasis en pedir al Estado mexicano más atención a la situación y problemas de los menores migrantes, tantos extranjeros como nacionales,que cruzan el país en busca de una vida mejor.
Además de pedir que se despenalice el trato a estos niños, los expertos piden que se hagan todo los esfuerzos para “evitar los asesinatos, secuestros, desapariciones, violencia sexual, explotación y abuso de menores inmigrantes”.
Asimismo, los expertos solicitan que se “investigue, se procese y se castigue a los culpables, incluyendo cuando éstos son agentes del Estado”.
El Comité recuerda que debe prevalecer el interés del niño en la toma de decisión sobre su paradero y su eventual deportación.
Por otra parte, los expertos dejan claro que están “seriamente preocupados porque la situación de violencia armada, el narcotráfico y la lucha contra el crimen organizadoen el país ha tenido como resultado un alto número de decesos de menores”.
Las menores, especialmente vulnerables
Especialmente, el Comité se lamenta del “alto número de desapariciones de niñas”, y “el alto número de feminicidios” y pide al Estado que tome “medidas urgentes” para lidiar con las causas primigenias de estos asesinatos.
Los expertos dedican varios apartados a la explotación sexual, especialmente de niñas, denuncian el alto número de embarazos adolescentes como consecuencia de abusos, y se sorprenden del hecho que los violadores puedan evitar el castigo si se casan con la víctima.
Asimismo, los expertos piden que se despenalice el aborto, a menos en los casos de violación, incesto o riesgo para la vida de la madre, y recuerda que el alto número de interrupciones del embarazo inseguras ha hecho aumentar la mortalidad materna.
Otro de los asuntos en los que el Comité demuestra su “gran preocupación” es “los informes corroborados de que cientos de niños han sido víctimas de abuso sexual por parte de clérigos de la Iglesia católica”.
Los expertos lamentan la impunidad de la que han gozado los culpables, por lo que solicitan que el Estado investigue, juzgue y castigue a los clérigos sospechosos.
Los expertos también se refieren a las corridas de toros y los efectos que éstas tienen tanto en los niños toreros como en los que son simples espectadores.
El Comité pide explícitamente a México que prohíba a niños ejercer como toreros, una práctica que los expertos consideran “trabajo infantil”, y pide que proteja a los menores espectadores de un espectáculo violento que les puede afectar negativamente.
Por otra parte, el informe hace hincapié en la necesidad de dar especial atención a los niños indígenas y a los descendientes afromexicanos para protegerlos de cualquier forma de explotación y violencia.
Con respecto a la justicia juvenil, el Comité lamenta que haya distintas legislaciones y que los niños puedan ser condenados a menores o mayores penas por el mismo delito en función de donde residan o donde lo hayan cometido.
Por otra parte, los expertos solicitan a México que revoque las leyes que permiten reclutar a menores de 16 y 17 años, y que aumente la edad de reclutamiento voluntario hasta los 18 años.
“El Comité urge al Estado a penalizar explícitamente el reclutamiento y la participación de niños en las hostilidades, incluyendo en los grupos no estatales”.
De hecho, los expertos se alarman del alto número de reclutamiento de niños por parte de los grupos organizados y la falta de penalización y persecución de esta práctica.
Fuente: EFE/ Sin Embargo