El gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, se dijo dispuesto a reunirse con grupos delictivos y pagar rescate para que devuelvan a los 43 normalistas de Ayotzinapa que desaparecieron en Iguala el pasado 26 de septiembre.
Mencionó que mientras las autoridades federales no presenten pruebas contundentes de que los estudiantes fueron asesinados y calcinados, los padres nunca aceptarán que sus hijos están muertos.
Entrevistado tras colocar la primera piedra el condominio Torre Esmeralda, en Acapulco, el mandatario estatal dijo que los padres “en su desesperación pidieron ayuda a un líder de un grupo de la delincuencia organizada, y yo qué puedo hacer, respetar esta decisión que hacen los padres. Ya lo he dicho, si a mí me dicen que yo vaya a buscar un encuentro, un diálogo con gente de la delincuencia organizada para que nos pidan un rescate y encontremos y nos devuelvan con vida a los muchachos, yo estoy dispuesto a hacerlo”.
Rogelio Ortega reconoció que es complicado y entendible que los tutores de los estudiantes recurran a los grupos delincuenciales para buscar a sus hijos, porque es el amor paternal, dijo, lo que los lleva a esas acciones.
Ante esto, expresó que será solidario con los familiares y aseguró que se mantendrá en la ruta de investigación, sin importar lo larga que sea.
Sin embargo, sostuvo que lo mejor estar distante del crimen organizado. “Yo creo que con la delincuencia organizada es mejor tener distancia, pero si esa fuera la ruta para encontrar a los muchachos con vida pues hay que darle satisfacción para que todas las rutas, todas las líneas de investigación que ellos (los padres de los desaparecidos) consideren convenientes y el estado con sus instituciones apoyarlos, acompañarlos y caminar con ellos”.
Debido a esta medida de los tutores, el funcionario lo comparó con el caso de Rosario Ibarra de Piedra, quien por más de 40 años buscó a su hijo Jesús Piedra.
“Nunca una madre o un padre se va a resignar de que su hijo está muerto mientras no se les den las evidencias. Ahí tenemos el caso de doña Rosario Ibarra de Piedra. Más de 40 años buscando a Jesús (desaparecido en 1974) y le dicen doña Rosario, su hijo está muerto”.
Esta declaración se dio luego de que el martes 20 padres de los normalistas pegaron pancartas y carteles en la carretera federal que conduce a Huitzuco para pedir ayuda a Santiago Mazari Hernández, presunto líder del grupo delictivo de Los Rojos, para que les informe sobre el paradero de sus hijos.
Fuente: La Razón
