Ante la coyuntura económica, el gobierno federal no tiene prevista una reforma fiscal, porque los apoyos oficiales abarcan al 70 por ciento de la población, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador. Además anunció que integró un grupo de abogados fiscalistas bajo su mando personal para dar seguimiento a las empresas evasoras que rechazan liquidar sus adeudos y han amagado con subterfugios para prolongar al máximo el litigio.
Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, López Obrador aseveró que en días pasados uno de estos consorcios que adeudaba entre 8 y 10 mil millones de pesos ofreció que sólo pagaría 500 millones de pesos o procederá un litigio.
El grupo de abogados trabajará en esos pleitos contra quienes estaban acostumbrados a no pagar, tenían despachos de fiscalistas que ya se conocían la forma de prolongar los juicios al máximo, dijo el mandatario.
“Ahora hay un equipo que depende de mí, estoy formando un equipo con abogados, eso sí, muy preparados e incorruptibles. Cuando se presente una querella o denuncia se le dará seguimiento. Si un juez metió en el cajón la denuncia o la dejó por más tiempo del debido, ese juez va a ser denunciado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que se termine con la impunidad. No hace falta aumentar impuestos, es nada más que todos cumplamos”.
Para el mandatario, estos apoyos abarcan a la clase media baja y la clase “media-media”, al tiempo que, según dijo, los recursos entregados a las clases populares incrementarán el consumo beneficiando al sector medio que en buena parte está asociado a las ventas.
Cuestionado sobre una reforma fiscal que opusiera reducir la carga a las clases medias, que no tienen acceso a los apoyos sociales ni cuentan con recursos suficientes para paliar la crisis, López Obrador desestimó la posibilidad de una reforma fiscal “porque nuestro plan va a beneficiar al 70 por ciento de los de abajo hacia arriba. Nos va a quedar pendiente de intervención directa”.
Comentó que para ese 30 por ciento restante no incluidos en los apoyos directos el dinero dirigido a los sectores más populares incrementa a su vez el consumo que es de lo que viven gran parte del 30 por ciento de la población que no se incluyen en los beneficios de las acciones frente a la crisis.
“No sólo es un asunto de humanismo (apoyar a los sectores populares) asegura la paz social y ayuda al 30 por ciento porque no hay crímenes, no hay robos, no hay secuestros, lo más preciado es la libertad y vivir en la y esto se logra si hay justicia, esto los tecnócratas no lo han entendido”
Además, recordó que recientemente se aprobó una reforma fiscal que no ha servido para nada porque los de arriba no pagaban impuestos y de eso se beneficiaban también hasta políticos connotados porque tenían influencia en los juzgados. En cambio, “al pueblo raso y las clases medias” no le llegaba nada.
Fuente: La Jornada