Luego de meses sin actividad, células anarquistas reivindican cadena de ataques y anuncian campaña contra elecciones; por otro lado, la PGR pierde caso contra dos canadienses que atacaron con explosivos la SCT.
Por Arturo Ángel/ Animal Político
Células de un grupo anarquista y radical surgido en 2014 reivindicaron cuatro presuntos ataques ocurridos entre el 12 y 22 de abril pasados en contra de un banco, una torre de Telmex, una universidad privada y una lumbrera del Túnel Emisor Oriente, en el centro del país. Las agresiones fueron cometidas con artefactos caseros y armas de fuego sin que hubiera lesionados.
La cadena de incidentes ocurre luego de varios meses en los que sólo hubo reportes de algunos atentados aislados. De forma paralela, otrosgrupos anarquistas convocaron a una campaña de “boicot” en contra del próximo proceso electoral bajo el nombre de “Junio Negro”.
Además, en marzo fueron absueltas y repatriadas dos jóvenes canadienses ligadas con el atentado anarquista con explosivos afuera de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en enero de 2013. La sentencia original que se les había impuesto era de siete años de cárcel.
El caso significa otro fracaso para el gobierno que no ha conseguido retener en prisión a más de un centenar de detenidos por distintos actos radicales en lo que va del actual sexenio, ya sea por averiguaciones previas mal integradas o falta de pruebas para sustentar cargos como el de terrorismo.
El último yerro antes de la liberación de las canadienses fue la detención del activista Sandino Bucio que según pistas de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) había participado en varias agresiones. El problema es que el arresto se dio sin la orden correspondiente, lo que derivó en su liberación y el despido de los agentes involucrados.
Cadena de agresiones
En un lapso de 10 días distintas células del grupo autodenominado Reacción Salvajese atribuyeron cuatro ataques cometidos en la capital del país y la zona metropolitana. Las reivindicaciones vinieron en comunicados difundidos en el portal internacional de difusión de grupos extremistas y anarquistas “Contra Info”.
Es la primera vez este año que se cometen ataques con esa frecuencia y por el mismo grupo. En los meses anteriores se habían presentado incidentes aislados.
El primero de los cuatro atentados ocurrió, según el comunicado difundido, a las 8:30 de la noche del domingo 12 de abril en una sucursal bancaria Santander ubicada sobre la avenida Ferrocarril Hidalgo en la colonia Cuauhtémoc Aragón. Los agresores detonaron un artefacto casero que generó daños materiales mínimos.
El 12 de abril otra célula reveló que fue abandonado un “libro-bomba” dirigido al área de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Valle de México campos Coacalco, estado de México, sin que hubiera noticia de su detonación.
El 17 de abril el mismo grupo reivindicó el incendio de una torre de telefoníaubicada en la carretera México-Toluca a la altura del municipio de Atizapán, para lo cual se colocó un artefacto incendiario con un retardador de fabricación casera.
El hecho más reciente fue la noche del 22 de abril cuando, según los anarquistas, se atacaron con armas de fuego las máquinas y estructuras ubicadas en las lumbreras del Túnel Emisor Oriente en los municipios de Nextlalpan y Tonanitla estado de México
Autoridades ministeriales consultadas por Animal Político indicaron que con excepción del asunto de la universidad, se tiene conocimiento de los otros incidentes pero sin que haya confirmación de que fueron hechos premeditados ya que las averiguaciones están en curso.
Las cuatro células que reivindicaron los mencionados ataques forman parte deReacción Salvaje, grupo anarquista con presencia en varios estados, el cual anunció su aparición en agosto del 2014 con la advertencia de una ofensiva de tipo “terrorista” contra el Estado.
En ese comunicado, acompañado de una fotografía en donde aparecen dos sujetos encapuchados y armados, se explicó que la nueva agrupación era resultado de la fusión de otros grupos radicales que ya tenían experiencia en distintos tipos de atentados.
Junio Negro
Otros grupos anarquistas comenzaron a emitir en abril varios comunicados en los que hablan de una campaña de repudio en contra de la jornada electoral del próximo 7 de junio. La campaña ha sido bautizada por ellos mismos como “Junio Negro”.
Además de explicar su posición en contra de las votaciones como una expresión de la democracia, los anarquistas hicieron un llamado a perpetrar distintas acciones de protesta y de violencia como manifestación de rechazo a los comicios, y advirtieron que emprenderán un boicot en contra del proceso sin detallar su plan de acción.
Hasta ahora, dentro de esta estrategia , se ha reivindicado dos acciones: un atentado en contra de unas oficinas del Instituto Nacional Electoral en Puebla supuestamente perpetrado el 27 de marzo del que no hay confirmación oficial; así como la instalación de unas barricadas y de una manta en un puente peatonal afuera del CCH Azcapotzalco.
Nuevo fracaso… de varios
El pasado 27 de febrero un tribunal federal revocó la sentencia de siete años y medio de prisión que el juez Octavo de Distrito con sede en el Reclusorio Sur impusoo a las canadienses Amélie Pelletier y Fallon Poisson, y al mexicano Carlos López, por el incendio provocado en unas oficinas de la SCT en enero del 2013.
La PGR, responsable de la acusación, presentó un recurso de inconformidad en contra de la absolución de las extranjeras pero lo perdió. Los magistrados consideraron que no había pruebas para sustentar que ellas atacaron el edificio de la dependencia federal, luego de hacerlo con un lote de autos que fue su blanco original.
Cabe recordar que en un inicio la Procuraduría a través de la SEIDO intentó imputar el delito de terrorismo a Pelletier y Poisson e incluso las arraigó 40 días antes de consignarlas, pero no reunió la evidencia suficiente.
Las jóvenes canadienses solo pagaron una fianza correspondiente a una primera sentencia de dos años 7 meses que les interpuso un juez local por el delito de ataques a la paz pública. A finales de marzo fueron repatriadas a Canadá.
El caso se suma a las recientes absoluciones que se han dictado en contra de supuestos simpatizantes de movimientos anarquistas. Por ejemplo, en octubre de 2014 un tribunal ordenó liberar a Mario González, ligado al grupo conocido como Bloque Negro, luego de concluir que la averiguación que lo mantuvo preso más de un año por los disturbios del 2 de octubre de 2013 carecía de pruebas sólidas.
Unos días antes otro tribunal federal también resolvió que Alejandro Bautista, activista detenido por ese mismo evento, fuera liberado tras verificar que el expediente estaba sustentado solo en declaraciones de policías.
Desde diciembre del 2012, es decir en el actual sexenio, ya suman poco más de cien los detenidos y luego liberados por distintos atentados y actos vandálicos protagonizados por grupos anarquistas. Las fallidas acusaciones han sido responsabilidad principalmente de la PGR y de la Procuraduría capitalina.
Fuente: Animal Político