80 multimillonarios controlan la riqueza del mundo

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La brecha de riqueza entre los magnates más ricos del mundo y el resto de la población mundial está creciendo a niveles que no se habían visto desde la Gran Depresión, según un nuevo estudio publicado esta semana. Pero esta gran división se puede estar convirtiendo en una cuestión política urgente, presionando más de lo que lo ha hecho en estos últimos 30 años.

La desigualdad entre los más ricos y los más pobres del mundo es impresionante: 80 multimillonarios ahora tienen la misma riqueza que el 50% con menores ingresos de la población mundial, según un análisis de Oxfam internacional. De esos 80 multimillonarios, el 90% son hombres y el 85% son mayores de 50 años.

El lunes pasado, Oxfam publicó su último informe sobre la desigualdad de ingresos, tan sólo dos días antes de la reunión de magnates, líderes y políticos en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. Nick Galasso, un investigador de Oxfam, le dijo a VICE que este es el segundo año consecutivo en el que Oxfam decide resaltar la desigualdad de ingresos al tiempo que se realiza el foro. Oxfam espera convencer a los líderes en Davos de que es necesario implantar políticas para controlar la gran desigualdad de ingresos; sin embargo, según Galasso, los dirigentes ya lo están haciendo por su propia cuenta.

“El Foro Económico Mundial, que reúne una mezcla de las élites del mundo, todos los años elabora un informe global de riesgo y, en los últimos años, identificó que la creciente desigualdad es uno de los mayores riesgos que enfrenta la humanidad”, dijo Galasso. “En muchos sentidos, es malo para el negocio. Crea inestabilidad política y disminuye el apetito por la inversión. Si se acumula demasiado dinero en lo alto de la pirámide se puede debilitar la demanda de los consumidores, así que hay buenas razones comerciales para combatirla”.

Galasso insiste en que los líderes deben prestar atención a la creciente desigualdad, pues el crecimiento de la economía es una forma probada de sacar a la gente de la pobreza extrema. La desigualdad puede frenar el crecimiento económico, explica Galasso, y la alta desigualdad se correlaciona con tasas más altas de enfermedades, infelicidad y desconfianza en los dirigentes.

El informe hace énfasis en el rápido crecimiento de la brecha de riqueza y critica cómo los miembros más ricos de la sociedad están manipulando las políticas para proteger su fortuna. Galasso sostuvo que no hubo tanta desigualdad desde los años de la Gran Depresión. Después de esa época la brecha se mantuvo mínima hasta que en los 70 despegó bruscamente. En el 2010, 388 multimillonarios tenían la misma cantidad de riqueza que la mitad de la población más pobre del mundo; en el 2014 se redujeron a 85 multimillonarios y ahora son solo 80. El próximo año, el 1% de la población mundial tendrá más riqueza que todo el resto del mundo, según el informe.

Ese 1% incluye a la población de Estados Unidos y la mayoría de los países occidentales, sostiene Galasso. “La mayoría de los estadunidenses van a estar en la parte superior de esta lista de riqueza, incluso la gente que se considera de clase media baja o clase trabajadora va a estar en lo más alto de la lista”, dijo.

“En realidad no es un problema económico, es un problema político”, dice Galasso. “Una de las cosas que queremos destacar es la influencia política, el papel de las élites poderosas en la manipulación de las reglas del juego en torno a los sistemas económicos, haciéndose cada vez más ricos. Este análisis es sobre cómo la influencia política está presente en la creación de la riqueza y su perpetuación de generación en generación, pues eso es lo que consolida y mantiene la desigualdad económica”.

El informe señala que las finanzas, las aseguradoras, las farmacéuticas y la asistencia sanitaria son las industrias donde se ubica el 1% de los multimillonarios del mundo. Estas industrias también gastan mucho dinero promoviendo políticas estadounidenses, elecciones presidenciales, cuestiones de presupuesto e impuestos. Las contribuciones son tan grandes que en el año 2012 aportaron 571 millones de dólares.

“Hay un economista que llama esto la industria de la defensa de la riqueza”, dice Galasso. “Se trata del despliegue de contadores, abogados y promotores que defienden la riqueza que domina. Creo que están haciendo un buen trabajo. Las ganancias de capital, por ejemplo, se gravan a una tasa mucho menor para la gente rica”.

La noche de ayer, en el discurso anual del Estado de la Unión, el presidente Obama propuso aumentar los impuestos a las personas que ganan más de un millón de dólares al año, y dar créditos fiscales a los grupos de menores ingresos. La propuesta del presidente podría aumentar a un 28% los impuestos de los más ricos; además, hará una mayor presión sobre el futuro de las herencias y la tasa de impuestos sobre los bancos más grandes. Los republicanos rechazaron la propuesta, pero muchos analistas dicen que este asunto situará a los demócratas como los defensores de la clase media, haciendo presión para que las reformas se aprueben antes de las elecciones del 2016.

Sin embargo, puede que no sea un tema tan partidista. El republicano Mitt Rommey, famoso por decir que no le importaban “los muy pobres” mientras que aspiraba a la presidencia en 2012, según el New York Times, sostuvo que una prioridad absoluta para los republicanos, en las elecciones del 2016, debería ser mejorar las vidas de los estadounidenses pobres. “Con el presidente Obama los ricos se han vuelto más ricos, la desigualdad ha aumentado y hay más gente pobre”, dijo Rommey.

Galasso dice que él y otros defensores de la reforma se alegran al escuchar a estos políticos que hablan de la desigualdad de ingresos; sin embargo, no ha habido mucha acción alrededor del asunto. “Es una especie de déjà vu”, dijo refiriéndose al plan del presidente para tratar la desigualdad de ingresos. “El presidente habló en el Centro para el Progreso americano el año pasado y sostuvo que la desigualdad de ingresos es el tema de la actualidad. Los políticos y líderes mundiales le han dado gran importancia a este asunto desde hace mucho tiempo, pero son más palabras que acciones”.

Otros líderes, como el Papa Francisco y la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, también hablaron sobre el tema públicamente y lo han convertido en un tema “políticamente relevante”. “Pero, una vez más, estamos esperando ver algo de acción”, dijo. Oxfam reclama el aumento del salario mínimo y el cierre de las lagunas fiscales para que las personas y las corporaciones paguen justamente impuestos en el sistema.

“Esperamos ver un cambio que reduzca la pobreza y le dé oportunidades a la gente pobre de cumplir el sueño americano”, dijo Galasso.

Fuente VICE

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