El obispo de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, arremetió nuevamente contra la comunidad homosexual al afirmar que sus preferencias sexuales son una enfermedad como la sífilis y la gonorrea.
Apenas en julio pasado la Comisión Nacional para prevenir la Discriminación (Conapred) le ordenó disculparse públicamente por haber comparado, en septiembre del año pasado, las relaciones entre parejas del mismo sexo con actos zoofílicos.
Esta vez afirmó que las relaciones entre homosexuales como la sífilis y la gonorrea se consideran “una medalla”.
“La sífilis es hoy una medalla de premio, son honorables y van a ser reconocidos los sifilíticos y los gonorréicos… Oye, espérate, es una enfermedad contagiosa. Eso provoca daños en la sociedad. Así que por más que quieran a una persona enferma, no le pueden decir que está en salud”, señaló en rueda de prensa.
De la Torre Martín dedicó 16 minutos a hablar sobre “las enfermedades contemporáneas de la sociedad” entre las que destacó la homosexualidad y la adopción de niños entre parejas del mismo sexo.
“Son temas que aglutinamos en el valor de la familia. Todos estos temas –aborto, matrimonio entre personas del mismo sexo– son enfermedades de la familia contemporánea; unos más graves que otros, pero es necesario curarlos porque de otra manera la familia perecerá y perecerá la civilización, porque la familia es baluarte”, enfatizó.
En julio pasado, la comunidad homosexual de Aguascalientes hizo pública la resolución de la Conapred en la que se pidió al obispo disculparse públicamente con la comunidad de la entidad luego de que en septiembre del año pasado comparó las relaciones entre personas del mismo sexo con actos zoofílicos.
“Si se permiten las bodas entre homosexuales mañana van a permitir que un señor se case con un perro y puedan heredar a los perritos”, dijo en ese momento.
A pesar de sus declaraciones, el prelado dijo que las puertas de la iglesia católica están abiertas para los homosexuales y los invitó a acercarse a confesarse y a recibir la bendición.
Antes aclaró:
“El hecho de que el Papa se entreviste con un homosexual, no quiere decir que apruebe las prácticas homosexuales. Pueden ellos acudir a misa, recibir la bendición y confesarse como todos lo hacemos. Esto nos ha ayudado a los sacerdotes para madurar y tratar de ser más comprensivos ante esta situación difícil y dolorosa”.
Fuente: Apro