El miércoles 13 de junio, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue a celebrar por adelantado el Día del Padre en el restaurante Kenny’s BB, en el barrio Capitol Hill, de Washington. Invitó a comer a otros cuatro padres –dos peluqueros y dos militares– y se comió unas costillas con verduras. Pero al final se fue sin pagar la cuenta.
Según la cadena de televisión ABC, el presidente Obama olvidó pagar los 55 dólares que costaron sus costillas y la comida de sus invitados. Más tarde, personal de la Casa Blanca volvió al restaurante a pagar la cuenta.
Obama impulsaba un programa de su gobierno que promueve una mayor implicación de los padres en la educación de sus hijos. “Supone una gran diferencia… cuando el padre participa, los niños son menos tendentes a usar drogas, las niñas suelen quedarse embarazadas menos”, dijo.
El propio presidente es padre de dos niñas, Malia de 13 años y Sasha de 11. Obama ha contado en varias ocasiones como el hecho de que su padre le abandonara a los dos años ha marcado su personalidad, haciéndole aprender a tomar decisiones desde muy pronto.