El mandatario estadounidense anunció medidas para acelerar el cierre de la prisión militar en territorio cubano, que fuera una de las promesas frustradas de su primer mandato. Además, sostuvo que su país sigue en guerra contra el terrorismo, consideró que “la operación para capturar a Osama bin Laden no puede ser la pauta” de las acciones militares y defendió el uso de aviones no tripulados.
“Bin Laden está muerto y hemos acabado con otros cabecillas de Al Qaeda”, dijo Obama al explicar la nueva estrategia de Estados Unidos para combatir el terrorismo durante un discurso en la Universidad de Defensa Nacional. Sin embargo, el mandatario norteamericano advirtió que “las amenazas continúan”, y citó los episodios de Bengazi, la ciudad libia en la que murió el embajador estadounidense en 2012 y el reciente episodio de Boston, en el que murieron 3 personas y más de 200 resultaron heridas por un atentado.
“Desde el uso de drones (aviones no tripulados) hasta la detención de sospechosos de terrorismo, estas decisiones definirán nuestra política en el futuro”, aseguró Obama. Aprovechó su discurso para reafirmar una de las promesas de su primera campaña, allá por el 2008: el cierre de la prisión militar de Guantánamo.
Según anunció, se levantará la moratoria de traspaso de detenidos en Guantánamo a Yemen, aunque puntualizó que se estudiará “caso por caso” cada uno de los posibles beneficiarios de esta decisión. Además, dijo que designará a un nuevo “alto enviado” de los Departamentos de Defensa y Estado cuya “única responsabilidad” será “lograr la transferencia de detenidos a terceros países”.
Obama también le pidió al Congreso que levante otras restricciones que impiden hasta la fecha el envío de otros detenidos a terceros países y explicó que le solicitó al Departamento de Defensa que busque un lugar en Estados Unidos donde se puedan celebrar las comisiones militares que hasta ahora sólo tienen lugar en la base en territorio cubano.
Al asumir la presidencia en 2009, Obama firmó una orden para cerrar Guantánamo en un año, una decisión mundialmente aplaudida. Pero las dificultades legales y la amplia oposición en Estados Unidos a juzgar y retener en territorio nacional a los presos en Guantánamo hicieron imposible el cumplimiento del plazo, algo que hoy achacó a intereses políticos más que a preocupaciones reales.
Una huelga de hambre seguida por más de cien presos de la base durante las últimas semanas ha vuelto a poner bajo los focos el problema de Guantánamo. Durante su discurso, Obama fue sorprendido por una activista que le reclamó el cierre inmediato de la base y le recriminó que no haya hecho más esfuerzos para ello.
Luego de la interrupción, el mandatario detalló que los retos principales de la política antiterrorista estadounidense son acabar con la amenaza de Al Qaeda y sus ramificaciones y garantizar la transición en Afganistán. Además recordó que Washington actúa en colaboración con otros aliados y citó los ejemplos de Somalia y Mali. Obama aseguró que “la mayor parte de las amenazas terroristas que soporta Estados Unidos tienen detrás el mismo tipo de ideología extremista”, aunque remarcó que “Estados Unidos no está en guerra con el Islam”.
Sobre la muerte de Bin Laden, el presidente afirmó que esa operación “no puede ser la pauta” porque “los riesgos fueron tremendos”. Recordó que esa acción afectó la relación con Pakistán y afirmó que eso lleva a utilizar “técnicas más seguras y eficaces”, como los cuestionados drones. “El uso de este tipo de tecnologías hace crecer las dudas sobre la muerte de civiles”, reconoció, pero sostuvo que “las acciones de Estados Unidos son legales”
Fuente: Página 12