El presidente Obama llamó a los líderes de seguridad nacional a desarrollar herramientas destructivas de guerra cibernética que puedan ser activadas con “poca o ninguna advertencia” en contra de adversarios alrededor del mundo, de acuerdo con un documento ultra-secreto obtenido por The Washington Post.
La Directiva de Política Presidencial Número 20, emitida en octubre, incluye una serie de procedimientos que garanticen que los ciberataques cumplan con las leyes y minimicen los daños.
Pero en el lenguaje burocrático, las directivas indican que el gobierno considera que los ciberataques —conocidos como “Operaciones Ofensivas con Efectos Cibernéticos”, o OCEO por sus siglas en inglés— se han vuelto comunes, y que una ciberguerra está a la vuelta de la esquina,
“OCEO puede ofrecer capacidades únicas y fuera de lo común para avanzar los objetivos nacionales de Estados Unidos en el mundo con poca o nula advertencia al adversario o blanco y con efectos potenciales que van de lo sutil a los dañino”, dice el documento.
“El gobierno de Estados Unidos deberá investigar posibles blancos de importancia nacional donde OCEO pueda ofrecer un balance favorable de efectividad y riesgo, comparado con otros instrumentos de poder nacional”.
El Post reportó inicialmente de la existencia de estas directivas en noviembre. Fuentes de la Casa Blanca aseguraron entonces que era el esfuerzo más extenso hasta la fecha para definir las líneas entre las operaciones ofensivas y defensivas en el ciberespacio.
La administración Obama después reveló un sumario desclasificado de las directivas de seguridad.
“Como lo hemos reconocido públicamente, el año pasado el Presidente firmó una directa relacionada con las ciberoperaciones, actualizando una directriz similar de 2004”, dijo el viernes Caitlin Hayden, vocera del Consejo Nacional de Seguridad.
Agregó que la directiva es parte de un esfuerzo para convertir a la ciberseguridad en una “alta prioridad”.
El documento ultra-secreto de 18 páginas “provee un procedimiento para recolectar datos de operaciones cibernéticas.
También ofrece indicios de la existencia de operaciones militares y de inteligencia que han sido mantenido en secreto. Entre otras cosas, el documento indica que el gobierno asigna personal que utiliza identidades en línea para operaciones de inteligencia, contrainteligencia y aplicación de las leyes.
El informe reconoce que las operaciones cibernéticas pueden traer daños colaterales. Ciberoperaciones, “aún para acciones sutiles y glandestinas, pueden generar efectos colaterales en localiciones que no son el blanco que se busca, con consecuencias que pueden afectar los intereses nacionales de EU en muchos lugares”, señala el reporte.
Fuente: The Washington Post