Nuño y Peña, la tentación autoritaria

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Por Jenaro Villamil

“¿Qué pasó con la historia de Frida Sofía? ¿Quién hizo todo esto? ¿La rescataron?”, preguntó el niño Angel Emmanuel Castañón Pérez, de 13 años, al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño durante la ceremonia cívica de este lunes 25 en el reinicio de clases.

Serio, Nuño intervino y dijo que fueron versiones de “uno de los brigadistas” lo que provocó el origen de la confusión, transformada en mentira.

“Todo esto estaba alineado a esos esfuerzos (al rescate de la niña ficticia). Así nos pasamos muchas horas. Y llega la tarde. Alrededor de las cinco de la tarde nos informa el mando de la Marina que aparentemente están muy cerca de la niña y que posiblemente en una hora y media la podrían sacar. Y para mi extrañeza me informan que no había padres. Les digo que busquen, no les hago el cuento largo. Hicimos la misión entre la Marina y personal de la SEP, que fue a perifonear preguntado por familiares de alguna niña o niño desaparecido. Ni papás, ni primos, ni tías, ni nada ante esta situación muy extraña”, se explayó Aurelio Nuño en su primera explicación después de la vergüenza nacional e internacional ante el episodio de Frida Sofía.

El titular de la SEP ya no mencionó a la Secretaría de la Marina. Deslizó la versión de que fue un “brigadista” quien originó el rumor. Tampoco habló de la corresponsabilidad de los medios de comunicación en este reality que duró más de diez horas, con él presente en las instalaciones del Colegio Enrique Rébsamen.

El “control de daños” al estilo peñista comenzó a operar así. También aclaró Nuño que no es la SEP sino la delegación Tlalpan la responsable de revisar las buenas condiciones de una escuela, ya que “la ley no mandata a la SEP a verificar o a hacer los usos de suelo. Eso es responsabilidad de los gobiernos locales, ya sea municipales, delegacionales o estatales. Ellos son los que tienen que autorizar. Ellos son quienes determinan qué tipo de uso de suelo se da y ellos dan los permisos de uso de suelo.

“La SEP no tiene facultades, legalmente la SEP en lo que está es en lo pedagógico”, se volvió a lavar las manos el secretario Nuño. Por supuesto, no mencionó cómo es que existe un presupuesto tan elevado para la modernización de planteles escolares si sólo “está en lo pedagógico”.

Un día antes de que el aspirante presidencial priista Nuño Mayer reescribiera la historia de “Frida Sofía” y el Colegio Enrique Rébsamen, su jefe, el presidente de la República, arremetió en contra de los “rumores” y las “noticias falsas” en las redes sociales, pero también en contra de los voluntarios y los brigadistas civiles. Sin mencionarlos por su nombre.

“A veces, lamentablemente, en medio de la tragedia que ha ocurrido en este municipio, en otras entidades, no falta gente que, espero, su espíritu sea de colaboración, pero a veces, no siendo de los lugares, llegan a alterar y a provocar. No sé si las personas que estaban aquí eran de este municipio o no”, dijo Peña Nieto, después de ser increpado por asistentes al evento en Joquicingo, Estado de México.

Le gritaron “¡Agarre una pala!”. Los elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) intervinieron. Lo que era su primera visita al Estado de México, acompañado de su primo, el gobernador Alfredo del Mazo, pudo terminar en otra tragedia.

Peña Nieto aprovechó esa misma visita para arremeter en contra de “las redes sociales”. Así, en general. Como si fueran un solo bloque y no millones de cuentas y usuarios, muchos falsos, incluyendo los bots y cuentas ficticias alimentadas por la propia Presidencia de la República para generar rumores, infundir miedo o atacar a los críticos del gobierno.

“Hemos visto en las redes sociales mucha desinformación, a veces información falsa, noticias falsas que verdaderamente entorpecen la labor de auxilio y apoyo de las personas damnificadas. No se dejen engañar, no se dejen confundir”, demandó Peña Nieto.

El problema es que el presidente se “olvidó” que quienes también han difundido muchas noticias falsas –empezando por la historia de “Frida Sofía”– son los medios electrónicos y, en especial, Televisa, que hizo suya esta historia.

No es la primera vez que Peña critica las redes sociales en medio de la tragedia. En Puebla, el 21 de septiembre, el primer mandatario llamó a no hacer caso a rumores de que se suspenderían las labores de rescate y búsqueda de personas atrapadas en los edificios desplomados en la Ciudad de México.

“Ha habido algunas filtraciones o rumores de estos falsos que llegan a correr a veces en las redes sociales de que se habrá de suspender la labor de rescate… Quiero subrayar y dejar claramente lo dicho y además comprometido: las labores de rescate continúan en la Ciudad de México, no se suspenden, seguiremos apoyando”, afirmó Peña Nieto.

Nadie duda y muchos hemos documentado la infinidad de rumores o versiones exageradas esparcidas a través de distintas cuentas en redes sociales. Pero también es cierto que la movilización de la sociedad civil y la ayuda eficaz, las labores de rescate más inmediatas se dieron gracias a miles de ciudadanos que se han comprometido y se han comunicado a través de las redes sociales.

Después del bochornoso episodio de “Frida Sofía”, la credibilidad de Televisa y de los voceros oficiales se vino abajo. El gobierno prefirió sacrificar el prestigio de la Secretaría de la Marina antes que pelearse con Televisa, la empresa de Emilio Azcárraga Jean.

Lo preocupante es que tras las declaraciones de Aurelio Nuño (“fue un brigadista” el responsable la invención de “Frida Sofía”) y de Peña Nieto (“las redes sociales generan falsas noticias”), el gobierno federal pretenda romper una alianza cívica entre audiencias digitales y ciudadanos movilizados en la ayuda.

Una vez más, la tentación autoritaria de controlar lo que desde las primeras horas de los sismos estaba fuera del control oficial. Si este es el “control de daños”, será mucho más ofensivo que los errores y las abiertas mentiras o medias verdades que se difunden a través de los canales oficiales de comunicación.

Fuente: Proceso

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