Este reportaje rompe el mito de que puede quitarse el hígado a una persona para venderlos en el mercado negro con suma facilidad, como sucedió hace unos años en Ciudad Juárez, al difundirse que operaban traficantes de órganos humanos.
Cada año se llevan a cabo unos 13,000 transplantes de hígado en Europa y EEUU. El éxito de estos transplantes depende de la preservación de los órganos que se conservan en frío antes de ser transplantados para ralentizar su metabolismo. El problema es que con ese método el órgano puede ser dañado.
En la Universidad de Oxford, los científicos emplean esta nueva tecnología para preservar un hígado fuera del cuerpo humano durante 24 horas.
El hígado, conectado a este aparato, se mantiene a la temperatura del cuerpo y sigue siendo oxigenado con células sanguíneas. Una vez conectado a esta máquina el hígado, recuperando su color y sigue produciendo bilis.
Constantin Coussios, es profesor de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Oxford y fundador de Organox: “Como el órgano no ha sido enfriado, no se le altera la temperatura, y entra directamente en el organismo del paciente, en un medio cálido por lo que tenderá a funcionar desde el primer momento del implante.”
Este aparato podría también preservar órganos que de otra manera serían descartados por no ser aptos para un transplante, al dañarse por falta de oxigenación o no sobrevivir al proceso de enfriamiento. Con este método se podrá doblar el número órganos válidos para transplantes, prolongando su preservación a 24 horas.
El profesor Nigel Heaton, es director de transplantes quirúrgicos en el Hospital King’s College de Londres
“Entramos en una nueva era del proceso de transplantes. Manteniendo el hígado a la temperatura del cuerpo y con una perfusión sanguínea, el órgano se preserva en mejores condiciones.”
En el Hospital King’s College de Londres, los resultados de los dos primeros transplantes, llevados a cabo con la ayuda de este aparato, son alentadores y abren nuevas esperanzas en los quirófanos.