Novedades editoriales

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Por Germán Petersen Cortés

En el mundo de los libros hay tres novedades ampliamente comentadas, salidas de la pluma de autores mexicanos: Adiós a los padres de Héctor Aguilar Camín, Amarres perros de Jorge G. Castañeda y Milena o el fémur más bello del mundo de Jorge Zepeda Patterson. Son libros distintos. Cuál o cuáles leer depende de los gustos de cada quien, con la garantía de que ninguno llevará al arrepentimiento por haberlo leído.

Adiós a los padres es, a la vez, una rigurosa indagación en la historia de dos familias —las del autor, la Aguilar y la Camín— y una emotiva despedida de Aguilar Camín de sus padres —serena, agradecida, cariñosa. El autor hilvana indagación y despedida, razón y emoción, en un solo relato, impecable tanto por el mando que lleva el novelista sobre su narración como por la pulcritud de la prosa.

La solidez de la investigación en la que se basa Adiós a los padresrecuerda inevitablemente la formación de historiador de Aguilar Camín. El texto está en deuda con aquellas tradiciones historiográficas ocupadas en la trascendencia de los pequeños eventos —familiares, laborales, amistosos­—, esos que menosprecia la Historia con mayúscula pero que, sumados, definen mucho más que una guerra mundial. Adiós a los padres ofrece también un mirador privilegiado a las transformaciones de la sociedad mexicana a lo largo del siglo XX: de comunidades tradicionales y rurales, con toques de realismo mágico, a sociedades modernas y urbanas. Aguilar Camín se abstiene de hacer juicios sobre sus seres queridos, lo que dota a la novela de un aire de suspenso. Resulta admirable la capacidad del autor para mover las fibras más sensibles, sobre todo en sus descripciones de las dolorosas despedidas por las que pasa cualquier familia.

La autobiografía de Castañeda, además de exponer la interpretación personal del ex Canciller sobre su propia vida, contribuye a entender las acciones e interacciones de los involucrados en la transición mexicana a la democracia. Castañeda ocupó un lugar privilegiado en este proceso, pues además de haber sido su comentarista, fue también protagonista. No puede regatearse que Castañeda se pinta de cuerpo entero, para deleite de sus seguidores y disgusto de sus detractores. Tal pintura aparece tanto en los hechos narrados como en la manera de narrarlos. Se delinea un Castañeda lúcido, creativo, tenaz, realista, visionario, al tiempo que soberbio, vengativo, obstinado, polémico y ambicioso.

Como lector, se agradece que el autor tenga claros los alcances y límites de sus acciones: Castañeda se enorgullece de sus aciertos pero también se critica por sus errores. En el agregado, esto abre paso a valoraciones bastante justas —virtud nada menor— sobre sus victorias y derrotas. El libro es atractivo para cualquiera, pero especialmente útil para quienes quieren combinar intelectualidad y política.

Debido a Milena, Zepeda mereció el año pasado uno de los más importantes premios literarios en habla hispana, el Planeta. Así, el autor se convirtió, nada menos, en el primer mexicano en obtener un galardón que el año pasado cumplió 62 años de existencia. Milenadibuja una radiografía precisa de las redes criminales globales, y específicamente de aquellas redes dedicadas a uno de los delitos más brutales, la trata de personas con fines de explotación sexual, colocando a México y España como sus nodos principales.

Desde la ficción, con un conocimiento detallado sobre la trata de personas —basado en investigaciones académicas y periodísticas— y valiéndose de una prosa implacable para narrar una historia que corre a zancadas, Zepeda disecciona los mecanismos psicológicos por un lado y políticos, económicos y sociales por el otro, que sostienen la dominación de los tratantes sobre sus víctimas. Entre los psicológicos, Zepeda se concentra en la destrucción emocional y moral de las víctimas, así como el aislamiento psicológico al que son sometidas. En cuanto a otros mecanismos, el autor revela las estrechas relaciones de los criminales con políticos que los protegen y empresarios que los enriquecen.

Tres libros que ayudan a entender el México de hoy: su modernización accidentada —Adiós a los padres—, el papel de los involucrados en la transición a la democracia —Amarres perros— y la lógica del crimen global, que hoy tiene a México contra las cuerdas —Milena. Al mismo tiempo, abren paso al placer de la lectura.

@GermanPetersenC 

Fuente: La Jornada

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