México ha sido una decepción por su bajo crecimiento, a pesar de que ha dejado de basarse únicamente en el petróleo y se ha diversificado en manufactura, señaló Paul Krugman, Premio Nobel de Economía. En presencia de industriales de la transformación, dijo que ya está cansado de esperar el “milagro mexicano” a pesar de que se dio la liberalización de la economía hace 30 años.
“Es decepcionante un verdadero despegue del crecimiento. Ustedes siguen esperando un ‘milagro económico'”, comentó durante una conferencia en la Convención Nacional de Industriales, organizada por la Canacintra.
Si bien admitió que no es experto en las reformas estructurales que México ha llevado a cabo, advirtió que en la energética se debe de tener cuidado en otorgar las concesiones porque en el mundo “ha habido casos alarmantes en que las concesiones se han convertido en regalos” y eso ha ocurrido no sólo en economías emergentes sino también en Estados Unidos e incluso en Israel donde se les han dado a “amigos”.
Antes, en una conferencia de prensa, el premio Nobel aseveró que México ha sido la paradoja porque cuando liberalizó su economía a partir de la década de los 80 mucha gente pensó que se reduciría la desigualdad entre su población porque exportarían muchos productos y tendrían mucha demanda de mano de obra, pero “sucedió todo lo contrario y hubo más desigualdad”.
“Esto indica que el comercio no necesariamente es una buena herramienta para abatir la desigualdad. México ha logrado una significativa reducción de la desigualdad pero a partir del año 2000 más o menos, pero a partir de otros canales y medios como mejorando la desigualdad, capacitando más a la mano de obra y un aumento significativo en el gasto social, que es bastante bueno. Pero hablando de comercio, no sólo del punto de vista de la desigualdad, lo que tenemos que preguntarnos es esta economía cómo va a sobrevivir y adaptarse al crecimiento y el papel de México como parte de un sistema de producción de Norteamérica sigue siendo central y una gran historia de éxito, dada su ubicación, este es el destino económico de México para la siguiente generación”, puntualizó.
Recomienda no subir tasas de interés
Por otro lado, recomendó a México no elevar las tasas de interés aunque la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) tenga prisa por hacerlo, lo cual consideró un error “yo estoy en contra de tirar el gatillo demasiado rápido”.
“Es importante y lo mejor es esperarse. Me han preguntado sobre aumentar las tasas de interés. México no tiene que seguir necesariamente las tasas de interés de Estados Unidos al pie de la letra, si lo hacen mucho estaría obligado a hacerlo parcialmente pero no de inmediato. ¡No lo hagan! Lo mejor es dejar de pensar si hay que seguirlo y hay un catarrito o un resfriado, enfatizó. Si la Fed se equivoca los peligros podrían ser muy serios y los riesgos demasiado graves. Podría haber inflación muy baja o incluso deflación y excesivo desempleo, antes de que se dieran cuenta del error si incrementan las tasas rápido, si lo hacen demasiado tarde la tasa de inflación podría irse a 2.5 o 3 por ciento, en lugar del objetivo de 2 por ciento, lo cual sería un problema aunque no una tragedia”.
El economista dijo que no ve “una crisis económica de manera inminente” para México como ocurría cada seis años con cada elección presidencial, a pesar de que a nivel mundial se presentan caídas en los indicadores macroeconómicos similares a otras crisis, pero puntualizó que no han tenido la misma dimensión que antes. El problema, dijo, no es de baja producción sino que el comercio mundial está muy deprimido porque hay una baja demanda de consumidores y recomendó tener cuidado con endeudarse en monedas extranjeras.
“Bajo riesgo de ser irrespetuoso, el mayor activo de México reside en la vecindad que tiene con Estados Unidos, está cerca de una economía enorme y bastante exitosa que le da ventajas y le permite integrar su producción de manufactura. Y las reformas económicas han tenido una orientación geográfica”, comentó.
Krugman consideró que muchas razones pueden haber incidido en que México no creciera económicamente como se esperaba y aunque se dan muchas recetas para el desarrollo, puntualizó irónico que “sólo Dios sabe”. Aún así, señaló que uno de los factores que contribuye al desarrollo de un país es contar con un buen nivel educativo, por lo que deben hacerse “grandes inversiones en educación básica” aunque los resultados tarden mucho porque son inversiones en personas.
“El caso de México ejemplifica tanto lo positivo como las decepciones de los últimos 30 años” y, aunque mencionó los grandes cambios como contar ahora con un sector manufacturero de exportación muy importante, sostuvo que todavía no ha eliminado la dependencia del petróleo “y estos precios no ayudan”. No obstante, acotó que el país es mucho menos vulnerable que antes por el sector manufacturero que tiene, así que aunque haya afectación por la caída del crudo, será menor que antes.
Por otro lado, subrayó que el País tiene un problema de violencia que influye en la economía.
“México desafortunadamente tiene un nivel alto de violencia doméstica y definitivamente es un problema. En las historias relacionadas con desastres en el mundo se involucran guerras civiles, de manera que los desastres económicos frecuentemente son impulsados por ellas”, externó.
Fuente: Notimex