No sólo tropezó Felipe Calderón sino también ‘La Maestra’ Elba Esther Gordillo Morales.
Y es que la exlíder del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), quiso replicar en Redes Sociales Progresistas el éxito que tuvo con el extinto Partido Nueva Alianza, el cual le permitió mientras se ostentaba todapoderosa, pactar con diversos organismos políticos -de derecha o izquierda-, cargos públicos y legislativos que no siempre fueron para beneficiar al magisterio, sino a sus familiares y a la élite del SNTE.
Así, vimos desfilar por el Congreso a su hija y a su nieto. También a sus incondicionales convertidos en dirigentes nacionales y estatales de Nueva Alianza. Líderes seccionales obtenían diputaciones federales o locales. Elbistas recalcitrantes colonizaban Presidencias Municipales a través de las Regidurías. En fin, diversos cargos públicos negociados a cambio de puntos porcentuales que en elecciones electorales competidas marcaban la diferencia.
De la noche a la mañana Nueva Alianza se convirtió en una pequeña pero muy poderosa organización política, cuyo fortaleza radicaba en la sólida estructura del SNTE capaz de movilizar maestros.
Sin embargo el éxito de Nueva Alianza siempre estuvo acompañado del escándalo, así como de acciones en contra de derechos de los maestros.
Muchos deben recordar que en medio de acusaciones tras la ruptura de su relación con ‘La Maestra’, el exgobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, acusó que la entonces lideresa del SNTE le pidió financiar al Partido Nueva Alianza con 20 millones de pesos mensuales con recursos provenientes del ISSSTE (Excelsior. 6 de julio de 2011).
Peor aún, Nueva Alianza fue un Partido incondicional a los Gobiernos a los que sirvió. Y prueba de ello es que respaldó la ley del ISSSTE que lastimó las pensiones de los trabajadores y que hoy el SNTE, autoproclamado ‘Ejército de la Cuarta Transformación’, pide al Presidente Andrés Manuel López Obrador cambiarla lo más pronto posible.
Vale decir que este Partido engendro de Elba Esther respaldó con todo la reforma educativa de Enrique Peña Nieto, y para aderezar, aportó las siglas del partido a la coalición que impulsó a José Antonio Meade para llevarlo a la Presidencia de la República. Cierto que en esta última etapa Elba Esther ya no tenía influencia en el partido, pero queda claro que no siempre los partidos brazos políticos de un Sindicato ven por los intereses de los trabajadores.
Pero más allá de la zancadilla que el Instituto Nacional Electoral (INE) le propinó a Redes Sociales Progresistas está el escarnio público, es decir, la vergonzosa exhibida a la cúpula ‘Elbista’ como tramposa muy acorde con la historia corrupta de la siempre polémica Maestra Elba Esther.
Sumado a que de cara a sus aspiraciones político-sindicales, no será lo mismo Elba Esther con recursos del erario vía partido político, que Elba Esther con sólo la fuerza de sus leales.
Le queda la última carta: acudir al Tribunal Electoral.
Fuente: Proyecto Ambulante