La carnicería que Stephen Paddock perpetró en Las Vegas el domingo pasado podría haber ocurrido antes y en otras ciudades, según la información de la Policía, que no descarta que el asesino actuara acompañado.
La planificación milimétrica de la matanza y las complicaciones logísticas para ejecutarla es lo que hacen suponer que Paddock tuvo algún tipo de colaboración.
El asesino acumuló un arsenal de 43 armas -33 de ellas adquiridas desde octubre del año pasado-, modificó una docena de fusiles para hacerlos automáticos, transportó 23 armas hasta el hotel Mandalay Bay de Las Vegas, además de munición ingente y accesorios, instaló un sistema de videovigilancia en su habitación y se planteó otros ataques a otros festivales.
«Hay que asumir que debió de tener algo de ayuda en algún momento», aseguró Joseph Lombardo, el shérif de Las Vegas, en una comparecencia el miércoles por la noche.
El jefe policial también afirmó que había pruebas de que Paddock se planteó una fuga -finalmente no se produjo, decidió quitarse la vida de un disparo en la boca con un revólver- y que dejó un papel escrito en la habitación, aunque no era una nota de suicidio.
Además, se sabe que el asesino se planteó otros escenarios para su carnicería. También alquiló una habitación enfrente de otro festival de música en Las Vegas y se ha revelado que hizo lo mismo en Chicago durante Lollapalooza, un festival que reunió a cien mil personas en verano en Grant Park. Paddock reservó una habitación en el hotel Blackstone, enfrente de este parque.
Según TMZ, Paddock hizo una reserva de dos habitaciones durante el festival, pero finalmente no se alojó en el hotel.
Fuente: ABC
Las Vegas Gunshot Victim Believes There Were Multiple Shooters
