Paloma Noyola Bueno es una niña mexicana que, a sus escasos 12 años de edad, fue considerada por la revista estadounidense Wired —encargada de reflejar la manera en que la tecnología afecta a la cultura, a la educación, a la economía y a la política— como la próxima Steve Jobs.
En su número de noviembre, la publicación cuenta la historia de esta alumna que estudia en la escuela primaria José Urbina López, ubicada cerca de un basurero de la ciudad de Matamoros, ciudad que enfrenta un grave problema con el tráfico de drogas. Algunas personas llaman esa escuela “un lugar de castigo”.
Pero en dicha escuela, existe una pequeña alumna muy inteligente que fue clasificada en el primer lugar de matemáticas en México en 2012.
Aunque hay que decir que sus compañeros de clase no quedaron muy lejos de ella. Diez de estos alumnos tuvieron muy altos resultados en matemáticas y otros tres se ubicaron en el mismo nivel en español.
Wired señala que los resultados registrados en la escuela José Urbina López captaron la atención de los funcionarios de educación y de los medios, los cuales se enfocaron en Paloma.
La pequeña alumna del quinto año de primaria fue invitada a un popular programa televisivo en la Ciudad de México y recibió muchos regalos, desde una laptop hasta una bicicleta.
Quitarse la tierra
Ese importante logro en el sistema educativo mexicano, que muchos califican de malo y que ocupa el último lugar entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), fue también del maestro de Paloma, Sergio Juárez Correa.
Juárez Correa enseñaba a sus alumnos todas las materias sin ver resultados interesantes, hasta que se aburrió y decidió buscar otras opciones de enseñanza, pues tenía la impresión de perder su tiempo con el método actual. Los resultados eran muy bajos y los estudiantes que iban bien no le echaban ganas.
El maestra basó sus enseñas en las experimentaciones educativas de Sugata Mitra, un profesor de tecnología educativa en la Universidad de Newcastle en el Reino Unido. La revista destaca ‘cómo un radical nuevo método de enseñanza podría desencadenar una generación de genios’.
Correa aplicó poco a poco teorías de enseñanza implementadas en el primer mundo, las cuales son totalmente contrastantes a los métodos mexicanos donde ‘el modelo dominante de la educación pública está fundamentalmente arraigada en la revolución industrial, donde valoran la puntualidad, regularidad, la atención y el silencio sobre todo lo demás’, puntualiza el artículo.
A finales de los años 90 y durante los 2000, Mitra llevó a cabo experimentos durante los cuales dio acceso a computadoras a los niños de India. Sin ninguna instrucción, esos niños lograron aprender una gran cantidad de cosas.
Pero como el acceso a la tecnología era difícil para los alumnos de Juárez Correa, debido a la visita semanal de un profesor de tecnología pagado por el Estado, el maestro se convirtió en un conductor de internet.
Cuando los niños querían saber por qué sólo se ve un lado de la luna, por ejemplo, regresaba a su casa y buscaba la información en internet y llegada el día siguiente con la información.
El profesor de Paloma se dio cuenta que ella, en especial, obtenía la resolucióna los problemas casi de manera casi inmediata, por lo que empezó a trabajar con sus aptitudes matemáticas.
Al cuestionarla sobre por qué antes no había manifestado sus habilidades antes, ella respondió ‘porque nadie lo había hecho interesante’.
Wired afirma que tanto Paloma —a la que califica como una Steve Jobs— como Juárez Correa son una prueba viviente del éxito de las teorías educativas de la nueva era tecnológica, a pesar de las condiciones adversas en las que se encuentran; y que sus métodos podrían desarrollar verdaderos genios.
Cuando llegó la prueba Enlace en junio de 2012, el supervisor de la escuela recordó que en el año anterior al de Paloma, 45% de los alumnos habían reprobado en matemáticas y 31% no pasaron en español. Esta vez, solamente 7% fallaron en matemáticas y 3.5% en español. Bajo circunstancias normales, sus perspectivas hubieran sido limitadas, pero como el burro, se sacudió la tierra y empezó a subir y salir del pozo.
Fuente: El Universal